A pesar de la inexorable nebulosa del tiempo me acuerdo, cuando mi querido padre Juanito me llevaba de visita al Acuartelamiento Viriato, y cogido de la mano de mi protector, me estremecía al ver aquellos grandes cañones, que parecían de artillería en vez de un regimiento de infantería. He mamado el Ejército y, nada sería más gratificante para mí, el poder ver de nuevo por las calles zamoranas a mis queridos compañeros de armas.

Empero, el planteamiento de volver a ver tropas en Monte la Reina, es una estrategia política del presidente Sánchez, que ya se encuentra en proceso electoral; seguramente, este presidente pasará a la historia de nuestro país, como el de las mentiras (“ no pactaría con los secesionistas”, “ sería incapaz de pactar con el populismo”, etc.).

Este Gobierno que se ampara en secesionistas para mantenerse en el poder, crea un fondo de 20 millones, cuando la inversión en Monte la Reina, anda cerca de los 100 millones; es decir, comienza la infraestructura (si es que la comienza, que lo dudo). Y el que venga detrás que corra. Nunca se tuvo que desconvocar la manifestación en apoyo del campamento militar, la ingenuidad de nuestros políticos es para pensar que solo piensan en la poltrona, y que han hecho de la res pública su manera de vivir, así el Gobierno sabe de su debilidad, y así nos van las cosas en esta provincia sin futuro.

Según mi humilde opinión este proyecto hace aguas por todos los lados. A saber: ¿Qué tropas van a venir a Monte la Reina, van a ser de Infantería protegida o mecanizada? ¿Cómo tiene previsto Defensa conciliar la vida familiar de las tropas? (…?). Puede darse la circunstancia de que estas tropas sean de cerca y no se moverán las familias; puesto que el cónyuge o pareja del que no sea militar no podrá dejar su trabajo. Entonces, para Zamora no tendría interés de ningún tipo, unos militares que no trasladaran sus familias a nuestra tierra. En fin, mucha opacidad en el asunto, y que, seguramente nos vuelvan a mentir, como nos pasó con nuestro Regimiento en su día.

Juan María Muradas Martín