1. Hablemos de los sueldos que perciben los regidores municipales en España. El Ministerio de Hacienda y Función Pública ha publicado el listado con la mayoría de los alcaldes que han recibido alguna remuneración en 2020 por su dedicación, en exclusiva o a tiempo parcial. Pues bien, de los 6.793 consultados, llama la atención que el alcalde de Zamora sea uno de los que recibe una menor retribución: apenas 35.787 euros, por detrás de los alcaldes de Benavente (45.900) y Toro (40.033). Lo sorprendente, sin embargo, es que en España hay 1.072 regidores que cobran más que el alcalde de la capital zamorana, muchos de ellos con una población muy inferior a Zamora (60.988 habitantes). Si los sueldos tuvieran relación con el tamaño de la población (entiendo que, en principio, sería lo más lógico y razonable), entonces Francisco Guarido debería ocupar el puesto 124, ya que esa es la posición de la capital zamorana, según el tamaño de sus efectivos demográficos, en el conjunto de los 8.131 municipios de España. Pero no es así.

Cuando se acercan estas fechas asistimos a la misma ceremonia: si somos afines al Gobierno de turno, defenderemos el presupuesto a capa y espada; pero si somos la oposición, ya saben

2. Hablemos ahora de las movilizaciones por la sanidad pública en Zamora y en Castilla y León. No seré yo quien tenga que decir que el asunto es de vital importancia para las personas que residen o aspiran a hacerlo en áreas rurales. Aunque se haya dicho cientos de veces, sabemos que la población se mantiene en un territorio si se dan varias circunstancias. La más elemental: que existan oportunidades para que cada persona pueda desarrollar su proyecto de vida personal y profesional en él; de lo contrario, apaga y vámonos. Y para eso son importantes no solo la ilusión y las ganas de comerse el mundo, que sí, sino el acceso a los recursos que hacen que la vida sea un poco más llevadera. Hablamos, por ejemplo, de educación, comunicaciones, conectividad, oferta cultural, servicios sociales y atención sanitaria. Si alguno de esos pilares falla o si, como sucede en muchos casos, desatinan dos, tres, cuatro o más, entonces no hay nada que hacer. Solo resistirán los más audaces, a quienes habría que compensar por su valentía.

3. Hablemos, por último, de los Presupuestos Generales del Estado y de los Presupuestos, aún por elaborar, de la Junta de Castilla y León para 2022 y sus efectos en Zamora. Ya saben que cuando se acercan estas fechas asistimos a la misma ceremonia: si somos afines al Gobierno de turno, defenderemos el presupuesto a capa y espada; pero si somos la oposición, ya saben. Yo, sin embargo, no me conformo con esta manera de proceder. Me parece algo infantil. Como ciudadanos responsables, se supone que debemos interesarnos por las cuentas públicas, analizarlas, compararlas y sacar las conclusiones pertinentes. Y para eso no necesitamos que nadie nos dé la matraca, en una dirección o en otra. Es suficiente con que nos presenten los datos del presupuesto y su distribución según las distintas partidas de gasto, inversión, etc. Y así un año y otro y otro, para que podamos realizar las comparaciones pertinentes. ¿No sería mucho más fácil? Sí, pero ello exige también interés por nuestra parte. Y ahí, creo, andamos un poco escasos.