Siguen siendo, con la cantidad de años de historia que llevan sobre sus hombros, los que arreglan tantos y tantos problemas en España y los que inspiran la mayor y más inmediata confianza de los ciudadanos. Desde el 28 de marzo de 1844 la Guardia Civil no ha descansado, ni de día, ni de noche, siempre al servicio de la Ley, del Orden, de España y de los españoles. Por algo son pilar del mejor mármol.

La Guardia Civil tiene quien les proteja. Ahí está la Virgen del Pilar, velando por ellos. Es a la primera que honran en la misa de esta mañana. Porque, la Virgen del Pilar será todo lo capitana de la tropa aragonesa, como reza la conocida jotica. Pero cuando la Virgen del Pilar dice que no quiere ser francesa es porque desde siempre ha tenido puestos sus ojos en la Guardia Civil.

La primera “Pilarica” del teniente coronel jefe de la Guardia Civil en Zamora, Héctor David Pulido García. Gracias, mi teniente coronel, por abrir las puertas del cuartel, aunque con restricciones debido a la crisis sanitaria, parece que ya en declive, a cuantos queremos, admiramos y valoramos el trabajo que realizan los hombres y mujeres del acuartelamiento de Zamora que constituyen una garantía para la tranquilidad ciudadana. Para mí y para miles de zamoranos, ustedes son los mejores vecinos que podríamos soñar. Le doy una idea a la FAVE cuando de premiar al vecino del año se trate. Claro que ustedes, no son vecinos del año, son vecinos de todos los años.

Entre las mejores y más entrañables estampas del paisaje uniformado que atesora nuestra memoria, siempre aparece el Guardia Civil. El tricornio bruñido por el sol, la suela de las botas gastada de tanto patear los campos y el recio capote. Con lluvia, con frío y con calor. Porque nada detiene a la Guardia Civil en el cumplimiento de su deber. Es cierto que mucho han cambiado los tiempos. Lo único que permanece es el celo institucional de este Cuerpo 10 empeñado en servir. Ya lo dice su ‘catecismo’, la cartilla de la Guardia Civil: “debe ser prudente, sin debilidad, firme sin violencia y político, sin bajeza”.

La Guardia Civil es sufrida y no obstante entregada. Y eso a pesar del mal pago que recibe su impagable labor. Que nada arruine su día. Pero esa es la realidad que se impone un año y otro sin que quienes pueden y deben lo solucionen. Ojalá todo en España funcionara como funciona la Guardia Civil. Que la Virgen del Pilar extienda su manto sobre todos ellos. ¡Viva honrada la Guardia Civil!