Lo ha anunciado el presidente del Gobierno en la magnífica entrevista realizada por Carlos Franganillo, conductor del Telediario segunda edición. El Gobierno, confiscará los beneficios extraordinarios de las energéticas para “topar” el gas. ¡Ostras, Pedrín! Me quedé flipando en colorines. Cada presidente del Gobierno que ha tenido España en democracia impone una palabra que acaba repitiéndose hasta la saciedad. La de Pedro Sánchez, salvo sorpresas, me da que va a ser esta: “topar”, y referida al gas.

Perdón por la ignorancia que no es un eximente y aunque podía suponer aquello que quería expresar el mandatario, me asocie durante un rato al diccionario de la Real, el de papel, en busca de significados. Topar: “Embestir un animal con sus cuernos, contra algo o alguien, especialmente si es sin gran fuerza. Chocar o tropezar una cosa en movimiento con otra que se halla en su camino. Encontrar una persona o una cosa un obstáculo o una dificultad que le impide avanzar en su trayectoria o en su desarrollo normal. Dicho de una persona tonta, falta de entendimiento o de razón y dicho de una persona obsesionada por algo”.

Cómo topará el presidente al gas, ¿embistiendo, chocando o tropezando? Porque al gas no se le puede atribuir lo de falta de entendimiento o de razón. Si acaso, detrás del gas está la obsesión de las eléctricas por jorobarnos la vida. Todos los argumentos empleados por el presidente, eran válidos cuando comenzó la escalada del precio, entonces ¿por qué no se actuó enseguida de forma tajante, con firmeza y sin tanto miramiento como se tienen con las compañías de la luz?

La incomodidad de Pedro Sánchez fue evidente ante ciertas preguntas. El jefe del Ejecutivo no salió muy bien parado pero, por lo menos, dejó claro, siempre que se cumplan, que habrá medidas fiscales y medidas adicionales para intentar limitar las subidas “históricas” del recibo de la luz, derivadas del alza de precios en los mercados internacionales. Claro que si las medidas son como la del IVA que se prolongará sólo hasta diciembre, apaga y vámonos, porque resultan insuficientes ante la escalada constante. Creo que es ahí, donde tendrá que topar, es decir, que meter el cuerno del Gobierno y asestar una buena cornada a esos “beneficios caídos del cielo” que están enriqueciendo a las eléctricas.

Se augura un mal invierno para los hogares con pobreza energética, para las pequeñas y medianas empresas abocadas al cierre y para todos los españoles en cuyo bolsillo está repercutiendo tanta subida “histórica” que hay que “topar” de una puñetera vez y con la necesaria firmeza que hasta ahora le ha faltado al Gobierno.