Es tremendo. Se dispara la violencia. Se disparan los botellones y lo que es peor porque nos afecta al conjunto de los españoles, se disparan la luz, la gasolina y los alimentos. No tiene perdón que alimentos de primera necesidad hayan subido de la forma vergonzosa que lo han hecho. El aceite por las nubes, incluso el pan nuestro de cada día, verduras, legumbres, carne, no así el pescado, y todo lo demás. Ya veremos qué pasa en España cuando llegue el otoño. Si hay para luz no habrá para pan y si hay para pan, no habrá para luz. Como para echarse a temblar de miedo, de indignación y en cuantos hogares, también de frío.

Nunca como hasta ahora, se nos había puesto la vida tan cuesta arriba. Aquellos que constantemente por unas subidas razonables, levantaban el índice acusador señalando de malas manera a Mariano Rajoy, ahora permanecen callados, como ausentes, sin alzar la voz en unos casos y en otros sin decir ni pío. Los molestos socios del Gobierno de Pedro Sánchez se han quedado como lo que son, voceros de humo, voceros de nada. Están como apabullados, sin capacidad de reacción. Las hemerotecas hablan por ellos.

No hay paz para los bolsillos de los españoles. En cuanto tomen conciencia de la realidad, tras las vacaciones, pueden pasar muchas cosas y ninguna buena, salvo que el personal siga narcotizado, tónica general de estos últimos tiempos. Todos los días se habla de lo mismo, de la subida ‘histórica’ de la luz. Llevamos un montón de subidas históricas, una por día, sin que el Gobierno reaccione o lo haga tímidamente como la ministra Ribera. No pongan a la UE como parapeto para disimular su ineficacia frente al problema. Un problema que pasa por el incremento de los costes del petróleo y el gas natural que se están cebando con dos de los gastos que más castigan los bolsillos españoles: el combustible y el precio de la electricidad.

En agosto los precios han sufrido el mayor incremento en nueve años. Así lo reconoce el Instituto Nacional de Estadística. La espiral alcista de la luz mete miedo. A este paso superaremos los 150 euros megavatio hora. Hay quien decía que del veinte no subiríamos y ya supera los 136 euros. Es una pesadilla. El Gobierno puede ir más allá del recorte del IVA en la factura de la luz, para ayudar a la pequeña y mediana empresa y a los hogares españoles. Porque está visto que con las Eléctricas no puede. Quisiera saber por qué. Ya verá cuando comprueben que la factura de la luz es una papeleta de voto.