“Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo”.

Giuseppe Mazzini.

El pasado martes, día 24 de agosto, el Consejo de Ministros dio luz verde al proyecto de ley, que incluye como objetivos o fines, al menos teóricos, la realidad, tiempo al tiempo, ya veremos, es garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, esto es, vincular la revalorización anual de la pensión al IPC.

La normativa prevé que a partir del comienzo de cada año, 1º de enero, las pensiones se incrementarán de acuerdo al Índice de Precios al Consumo; en palabras de la ministra del gobierno, Srª. Rodríguez, cito textualmente” A partir de ahora ningún pensionista tendrá que preocuparse por sus pensiones, siempre se podrán revalorizar y, en caso de que el IPC resultare negativo, se mantendrán como el año anterior “, léase, inalteradas, ello supone la eliminación del llamado factor de sostenibilidad, que fue aprobado en el año 2013.

La ministra portavoz en su comparecencia, manifestó que ello supone una garantía para las pensiones actuales y futuras, y agregaba que el proyecto es susceptible de ser mejorado en el trámite parlamentario.

Con la finalidad, de que mis queridos lectores tengan una idea, lo más clara posible, que se puede exponer en unas breves líneas, les diré que el proyecto deroga el factor de sostenibilidad que venía a vincular las prestaciones, en su concepto genérico, a la esperanza de vida y la cuantía de las mismas a la inflación del año anterior.

Es de significar, que pese a que la ministra portavoz ha reiterado, que la reforma da tranquilidad a los pensionistas, a mí personalmente como pensionista, créanme que me preocupa y para justificar la preocupación, les diré que es patente la caída de ingresos por cotizaciones sociales, lo que pone de manifiesto, que el déficit de la Seguridad Social tarde años en corregirse.

Según he leído recientemente, el gasto en pensiones en el presente mes de agosto se ha incrementado del orden del 3,16% hasta los 10.217 millones de euros.

Hay un tema, que creo que debe preocuparnos a todos, cual es que no existe un relevo laboral con contratos de carácter indefinido y altas cotizaciones a la Seguridad Social.

El Gobierno quiere equiparar la edad de jubilación efectiva con la edad de jubilación legal, para ello se habla del abono del cheque y del incentivo para retrasar la jubilación, ello significa que se castigará, permítaseme la expresión, a quienes deseen jubilarse anticipadamente.

Se aumenta la penalización de quienes se retiren del mundo laboral entre 24 y 23 meses antes de la edad, de 38 años y medio cotizados, a ellos se aplican las penalizaciones más altas, del 21% y del 17% respectivamente.

Retirarse ente 1 y 3 meses antes conlleva una penalización cercana al 3% .

Aconsejo a quienes piensen jubilarse anticipadamente, se lo piensen bien y hagan sus cálculos con rigor, pues, fijada la base, no olviden, que es para siempre, y luego no caben lamentos.

Se establece el traspaso del déficit de la Seguridad Social a las cuentas del Estado. Se deja para “otro momento”, la definición de una nueva fórmula del factor de equidad inter generacional.

Estas son las reflexiones de un pensionista, que como muchos de ustedes, presumo estén preocupados por el futuro de sus pensiones. Juzguen ustedes mismos, pues, no podemos olvidar que el sistema español es contributivo y en el momento presente, hay 2,2 trabajadores por cada pensionista.

La esperanza es lo último que se pierde. ¡Ánimo! Esperemos que el precio de la electricidad baje un día no lejano, porque de lo contrario, apaga y vámonos.

Los lectores de más edad, se acordarán de la frase “el que paga, apaga”.

Pedro Bécares de Lera