“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió”. Santa Teresa de Calcuta.

En la homilía de la misa del 12 de agosto, fray Luis Antonio, de la orden de hermanos menores capuchinos, nos habló del perdón.

En honor a la verdad, he de decir que jamás había oído hablar con tanta claridad y sencillez acerca del perdón, lo que me ha motivado a escribir estas líneas.

¿Qué es el perdón, un sentimiento o una conducta?

Fray Luis Antonio, analizando la pregunta del apóstol Pedro al Maestro, “¿Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?”.

Jesús le contesta: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”.

Nos explicaba fray Luis, acerca de cuántas veces hay que perdonar de verdadero corazón, y concluía, cómo hemos de perdonar siempre.

Jesús enseña a sus discípulos que hay que perdonar, y cuando habla de perdonar se refiere al hermano. El perdón, quede claro, no admite graduaciones o términos medios. O sí o no.

Hay que perdonar por amor, y ello lo conseguimos con la ayuda de Dios.

En líneas anteriores hacía la pregunta: ¿Qué es el perdón, un sentimiento o una conducta?

A mi juicio, el perdón es una conducta consistente en dejar atrás y curar la herida o daños realizados por una ofensa.

Quien perdona, no lo olvidemos, es el ofendido, y el perdonado el ofensor.

Perdonar no supone una conducta de debilidad, al contrario, exige reflexión.

El perdón exige un esfuerzo previo.

Gracias al perdón podemos aumentar nuestra autoestima, tema sobre el que escribí una columna, en fechas recientes, y ello nos dará seguridad, pues, quien siembra verdad, cosecha confianza.

Para concluir estas breves líneas diré que lo opuesto al perdón son el rencor y la venganza, que nos impide vivir felices.

Espero que esta reflexión sea de su interés y les ayude en el camino de la felicidad, que es lo importante, aunque no es tarea fácil.

Dalai Lama nos dice: “Cultiva la filosofía de la paz, para cultivar el perdón”.

“El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos”. Proverbios 17:9

Les deseo buenos días de verano. Sean prudentes.

¡Salud!

Pedro Bécares de Lera