¡Qué desgracia! Vivo en un pueblo pintoresco de La Carballeda ¿Qué dices? Eso no puede ser una desgracia…

Pues sí, lo explico: Para dar respuesta a la gran crisis económica y social provocada por la COVID-19, la Comisión Europea ha puesto en marcha un ambicioso Plan de Recuperación y Resiliencia para la reconstrucción de las economías europeas, dotado de cuantiosos fondos. En lo que a nuestro país se refiere, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España aprobado por la Comisión Europea traza la hoja de ruta para la modernización de su economía y tiene entre sus objetivos que España apueste por la “descarbonización” transitando desde un sistema energético basado en las energías fósiles hacia uno limpio, basado en el uso de energía procedente de fuentes renovables. En este contexto, el Gobierno de España acaba de aprobar un R.D. que establece la concesión de cuantiosas ayudas para incentivar el autoconsumo de energía eléctrica procedente de fuentes de energía renovables (fotovoltaica, eólica…). La dotación inicial de estas ayudas asciende a 660 millones de euros, de los cuales le corresponden a Castilla y León 11,5 millones, destinados a subvencionar instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable en el sector residencial, las administraciones públicas y el tercer sector. Y aquí es donde entra lo de mi desgracia por vivir en un pueblo pintoresco. Deseo instalar unas placas solares (negras) en el tejado de mi casa (de pizarra negra) pero me dice la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Zamora que no las puedo poner si se ven desde la calle. Me imagino que se basan en las Normas Urbanísticas aprobadas en 2004 para mi municipio y que, para preservar su patrimonio arquitectónico, en su artículo 4.5.8 establecen que “No se permitirán instalaciones en cubierta visibles desde la vía pública, como depósitos, antenas parabólicas, torres de refrigeración y aparatos de aire acondicionado”. Claro, no dicen nada de las placas solares indispensables para producir electricidad utilizando la energía que nos brinda el sol, en aquellos tiempos no se pensaba en la COVID-19, ni en la Recuperación, ni en la Transición ecológica, etc. ¿Y pensaban que para que esas placas solares rindan al máximo deben estar orientadas al mediodía, aunque se vean desde la calle? Indiscutiblemente no. Estas placas solares, negras, no destacan sobre tejados que dichas normas obligan a que sean “exclusivamente de pizarra (negra)” como es el caso de mi cubierta.

¿Me van a privar dichas normas de mi derecho a intentar acceder a las ayudas económicas que el citado R.D. prevé? ¿Me van a impedir que vea reducido mi recibo de la luz? ¿Me van a impedir que colabore en la transición ecológica de este país? Para no verme discriminado por vivir en un pueblo pintoresco, ¿me van a facilitar la energía eléctrica a un precio bonificado?

Creo que toda la normativa que se genere para desarrollar el ambicioso Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que antes cité debería contemplar alguna previsión ante estas incongruencias, y las administraciones públicas utilizar el sentido común en su aplicación.

Juan Ocampo Pérez