En el año 776 a de C., se celebraron los primeros juegos olímpicos en honor a Zeus, dios de todos los dioses, en la ciudad de Olimpia. Los atletas, representantes de los diferentes estados que componían Grecia, y que hablaban griego, se reunieron y compitieron en diferentes pruebas deportivas. Grecia, además del arte, la literatura y el teatro, amaba el deporte, y sus ciudadanos vivían en democracia, de tal forma que todos ellos, con excepción de mujeres y esclavos, se reunían en el Ágora, para discutir la gestión de lo público, naciendo así una forma de gobierno, que con el tiempo se ha ido generalizando.

Los juegos olímpicos de la era moderna, fueron idea del barón Pierre de Coubertin, profesor de la Sorbona en Paris, y se celebraron en 1894, desde cuya fecha, se han ido conmemorando en diferentes ciudades del mundo, añadiéndose nuevas pruebas en cada convocatoria, llegando de esta forma hasta el momento actual, como movimiento mundial, de forma excepcional puede faltar la presencia de algún país, aunque la norma sea que todos respondan de forma positiva a la convocatoria, y que se preparen sus respectivos atletas, para la participación en las pruebas correspondientes.

El objetivo fundamental es el de no perder el espíritu de los juegos, este objetivo altruista y de hermanamiento, la limpieza en todos sus aspecto, el apoyo al que lucha, al que se sacrifica, al que persiste sin entregarse, al que cree en él

Se realizan cada cuatro años, y este tiempo es especial, el que se dedican en cuerpo y alma, todos aquellos atletas que desean participar en los mismos, siempre y cuando superen unas pruebas clasificatorias, disponiendo cada una de unas exigencias, sin cuya superación no se puede participar. Por esto, los diferentes gobiernos de los distintos países, ponen a disposición de aquellos candidatos, todos los medios posibles, que les faciliten la superación de esas exigencias básicas.

Desde el 1894 que nacieron los juegos modernos, con excepción del tiempo en que ocurrieron las dos guerras mundiales, jamás se han dejado de celebrar, contando en cada convocatoria con distintas ciudades candidatas a sedes oficiales, e incrementándose las pruebas, de acuerdo con las modificaciones o cambios, en relación con el comportamiento social, nadie podría entender que hace 100 años, se celebrara una prueba de skate.

En el transcurso del tiempo, los juegos han sufrido diferentes contratiempos, fruto de la sociedad que los ejecuta, primero, su ausencia en ambas guerras mundiales, segundo, el alejamiento entre países, en respuesta a la guerra fría entre los dos bloques de población, y más actualmente, por el consumo muy extendido de sustancias psicoactivas, y otro tipo de elementos. Por imitación social, además de por el deseo de batir marcas, se dio comienzo al consumo de este tipo de elementos, haciendo desigual lo que nació para ser igual, la limpieza y las capacidades individuales, circunstancia que se ha superado no totalmente, pero que el comité olímpico, y los diversos países, son conscientes de su absoluta prohibición, poniendo al servicio de su control, las técnicas más avanzadas.

En la última convocatoria celebrada en el Japón año 2020, se ha dado una circunstancia singular, la presencia de un virus ya conocido, que ha provocado una pandemia, con contagios especialmente vía respiratoria, de aquí que en principio se postergara su realización para este año, año en el que por respeto a la historia, y a todo lo que esta significa, se han celebrado en ausencia de público. Han sido unos juegos singulares, raros, distintos, aunque se ha mantenido la esencia, el alma, el poso de los mismos, que suponen unas jornadas de convivencia, animadas de un espíritu de solidaridad, armonía, compañerismo, reconocimiento del otro, respeto entre iguales, afecto y glorificación del esfuerzo, solidaridad y protección, a cuantos han tenido una racha de mala suerte…

Queremos destacar la importancia de los juegos, que sin ánimo de lucro unen a diferentes grupos de iguales, entre los que se dirime una corona de gloria, el respeto al otro, la admiración y el cariño a cada compañero, la solidaridad, el espíritu de hermanamiento, la cooperación, el saberse iguales ante una meta común, es lo más loable por lo democrático.

El objetivo fundamental es el de no perder el espíritu de los juegos, este objetivo altruista y de hermanamiento, la limpieza en todos sus aspecto, el apoyo al que lucha, al que se sacrifica, al que persiste sin entregarse, al que cree en él, y lo explicita con su comportamiento, amén de con su entrega al esfuerzo, de la prueba de la que puede ser candidato. La protección, el apoyo y el respeto para cada candidato ha de ser escrupuloso, no se deben permitir, determinadas actitudes que sitúan a los candidatos fuera de su control emocional, tanto para conseguir la mejor prueba, como por otros motivos.

Médico psiquiatra