Puede que agosto sea un mes tradicionalmente de relajo, de aprovechar el descanso para fijar nuevos objetivos y valorar los ya conseguidos. Sin embargo, también es un mes para asentar las bases de lo que será el tramo final de año que, desde esta institución, puedo adelantar vendrá cargado de proyectos.

No es una época baldía, puesto que desde la Diputación se sigue trabajando con rigor, dedicando horas a buscar soluciones a los problemas inmediatos de nuestros municipios, con una mirada más amplia que nos lleve hasta final de año con la agenda de objetivos cumplida.

Contamos con un equipo de Gobierno sólido, con una comunicación fluida y de extraordinario entendimiento. Un Gobierno en el que se puede debatir, incluso discrepar, y que muestra un diálogo honesto, leal y transparente desde el primer momento, mal que les pese a algunos que ya se estaban frotando las manos.

Y desde esta solidez avanzamos para conseguir objetivos que son buenos para la provincia, no ocurrencias a las que nos tienen acostumbrados otros grupos políticos, a propuestas poco trabajadas o ineficaces, por mucho que nos las presenten en verso. Ya lo he dicho en otras ocasiones, algunas formaciones traen a la Diputación la cara B de sus partidos: piden en la oposición lo que podrían hacer ellos desde las instituciones.

Frente a la demagogia y al insulto gratuito, otros intentamos trabajar y arriesgar en proyectos que sean buenos para la provincia.

Nosotros sí tenemos una idea de provincia y una agenda seria de trabajo.

A principios del mes de octubre, sin ir más lejos, inauguraremos la remodelada Casa de Zamora en Madrid. Un proyecto que comenzó a principios de año y que, en menos de seis meses, es ya una realidad. Un escaparate en la capital que dará a conocer la cultura, el turismo y al sector empresarial de nuestra provincia. No son castillos en el aire ni rimas grandilocuentes, son hechos.

En noviembre esta Diputación acercará los productos zamoranos a la Feria Internacional de Japón. Más de una veintena de marcas de esta tierra estarán representadas por primera vez en este mercado tan importante, y a través de la que se pretende dar a conocer toda la variedad y calidad gastronómica de la que disponemos en el país asiático.

No olvidamos la apertura de un Gastrobar-Showroom en Seúl, un proyecto en el que seguimos trabajando, a falta de que la situación sanitaria y las restricciones mejoren para dar los últimos pasos ‘in situ’ en la capital coreana.

Hace pocas semanas presentamos el proyecto del futuro Parque Tecnológico que se pondrá en marcha en el recinto de La Aldehuela a mediados del año que viene, y que cuenta con una inversión de 1,5 millones de euros. Un ambicioso proyecto que servirá de centro de desarrollo de emprendimiento, y que se constituirá en el único Parque Tecnológico Silver de todo el territorio nacional.

Y, por supuesto, nuestra estrategia Silver Economy, una apuesta personal de esta Presidencia, como también lo ha sido la adquisición de los terrenos de Barcial del Barco. Proyectos ambos puestos en duda por la oposición que, entiendo deben seguir con su mantra del ‘cuanto peor, mejor para nosotros’, pero que poco calan en una tierra como la nuestra, ávida de proyectos realistas que puedan generar empleo y lejos de dialécticas caducas entre lo público y lo privado, que a pocos importan ya. Los ciudadanos nos piden gestión y eficacia, y ese es nuestro compromiso.

No vamos a olvidar tampoco aquellos proyectos para esta tierra que, aunque no sean propios, consideramos buenos para el futuro de la provincia. Esta Diputación ha puesto sobre la mesa 5 millones de euros para ayudar a la puesta en marcha de Monte la Reina. No sabemos qué cantidad pone el Gobierno, pues cada vez que interpelamos al representante de este partido en Diputación “ni sabe, ni contesta”. Suponemos que lo mismo pasa con lo de declarar al servicio de AVE que presta Renfe como ‘sujeto a obligaciones de servicio público’ que ‘ni está, ni se le espera’.

Frente a la demagogia y al insulto gratuito, otros intentamos trabajar y arriesgar en proyectos que sean buenos para la provincia.

Y es que tengo claro que: “Quien no arriesga, piensa en lo que puede perder pero nunca en lo que puede ganar”.

(*) Presidente de la

Diputación de Zamora