Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida.

Oscar Wilde.

Creo que es sumamente importante aprender a priorizarnos para que los demás también lo hagan y nos valoren por cómo somos y no por las cosas que hacemos por ellos.

En este tiempo veraniego, uno de los temas a los que podemos dedicar especial atención y reflexionar, esto es, a analizar nuestros objetivos en la vida diaria y ver si ha llegado el momento de cambiar nuestro comportamiento y actuar de acuerdo a nuestros pensamientos y ser coherentes con los mismos.

Tal vez, tengamos que hacer firmes propósitos a fin de conseguir no hacer nada que no queramos hacer.

Hemos de afianzar nuestra confianza, a fin de que los demás sepan valorarnos y respetar nuestra conducta.

Leía recientemente una frase de la filósofa Ayn Rand, que dice así: “El que no se valora a sí mismo no puede valorar a nada o a nadie”.

En realidad, la autoestima es la valoración que tenemos sobre nosotros mismos, sobre nuestra propia valoración personal.

La autoestima es algo que debemos ir adquiriendo desde nuestra infancia y tener conceptos claros sobre nuestra propia valoración personal.

No podemos olvidar, que no se pueden conseguir metas sin esfuerzo.

A mi juicio, hay un punto de capital importancia, cual es tener las ideas sumamente claras y poner interés, esfuerzo y dedicación en obtener algo; pensemos en los deportistas, en los opositores, en definitiva, en todas aquellas personas que cada día, dedican horas y horas al entrenamiento, al estudio y ante todo, creo que es muy importante saber cuáles son nuestras principales cualidades, esto es, saber cuáles son nuestros puntos fuertes y si nos es posible, hacer o dedicarnos a algo que nos guste, eso es lo máximo.

No podemos olvidar que, para conseguir nuestros objetivos o alcanzar metas valiosas en el trabajo, en la familia, etc..., hemos de ser perseverantes y estar plenamente convencidos de lo que pretendemos.

Quien estas líneas escribe, es consciente de que jamás hubiera podido estudiar la carrera de arquitectura y ello por la sencilla de que no tengo una concepción espacial de las cosas, tal vez porque el dibujo del bachillerato era simplemente plasmar una lámina en el bloc de dibujo, pero sin mayores explicaciones por parte del profesor, que no te iniciaba en actividades creativas, máxime cuando la asignatura del dibujo, al menos en mí época, hace más de cincuenta años, estaba dentro del grupo de las asignaturas consideradas “marías”, junto con la religión, la gimnasia y la política.

Creo que es fundamental, que los maestros tienen un papel muy importante en el campo de la autoestima, pues, muchas veces el desarrollo de la autoestima del niño, depende de ellos, que tienen en sus manos, junto con la familia, su fomento, su motivación y evitando a veces, comparaciones odiosas entre sus alumnos o hermanos, porque si alguno tiene la autoestima baja le hunden para siempre e incluso puede entrar en depresión, al generar inseguridad, miedos, no relación con los compañeros, infelicidad, desconfianza, desmotivación, nerviosismo, etc..

Hemos de aprender a pensar en positivo, a vivir con ilusión, a ser creativos y buscar nuevas metas, todos podemos dar mucho más de lo que pensamos de nosotros mismos, por ello hemos de aumentar nuestra autoestima, y cuando hemos tomado una decisión frente a un deseo u objetivo debemos actuar de inmediato y no decir, mañana, mañana...

Cuando escribo esta columna estoy escuchando una reflexión de Madre Verónica María, de Iesu Communio, y créanme que, es un verdadero bálsamo y ayuda para aumentar la autoestima.

Adelante. Ánimo y procuren ser felices.

Y no olviden ser prudentes en la carretera.

Pedro Bécares de Lera