Siempre es bueno conocer de todo, como puede ser de historia, para aprender de ella, y que las experiencias y los ejemplos que conlleva sirvan para adoptar las mejores saberes, decisiones y comportamientos para el futuro para que sea cada mejor, evitando sus errores.

Por ello siempre es bien recibido las aportaciones de los estudiosos que investiguen, que nos recuerden, que indaguen, que aporten nuevos descubrimientos sobre hechos pretéritos, como de personajes que tuvieron, por ejemplo, un papel destacado en la configuración de las leyes que tanto contribuyeron a la convivencia, al desarrollo económico y social de la sociedad.

Tal es el caso del estupendo libro, que lleva por título el encabezamiento del presente texto, cuyo autor es Eduardo Fernán-López, editado por el Instituto de Estudios Zamoranos “Florián de Ocampo”, y que configura una biografía total de nuestro paisano, y donde se pone de relieve, entre otros aspectos, su aportación a la libertad de imprenta, a la abolición de la Inquisición, a la abolición de la esclavitud, etc., en las Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz, que configuraron la Constitución Política de la Monarquía Española de 1812. También estudia la poesía anacreóntica y prerromántica de Juan Nicasio Gallego, de la cual el precitado Instituto tiene algún texto publicado. En fin, libro de lectura obligada para los zamoranos “de pro”, para quienes quieran seguir “ilustrándose”, para los que quieran conocer “a fondo” a sus más ilustres paisanos, para quienes quieran seguir “cultivándose”.

Zamora capital le tiene dedicada una calle; ello no obsta para volver a colocar una placa en su recuerdo en la Plaza Mayor, donde “in illo tempore” ya tuvo una.

Enhorabuena a Eduardo Fernán-López, por tan recomendable texto basado en su tesis doctoral, y que fue presentado el pasado día 8 de julio, en el antiguo Palacio de la Diputación de Zamora. A todas las personas que lo hicieron posible, como por el “regalo”, muchas gracias.

Marcelino de Zamora