La Fundación Caja Rural de Zamora llevó a cabo la pasada semana sus tradicionales premios anuales, especialmente marcados por la pandemia de la COVID19, en el Teatro Ramos Carrión de Zamora. Como excepción, este año la Fundación solo entregó un premio conjunto al Valor Humano, dedicado a todos aquellos héroes de la pandemia que tan duro han trabajado, desde el pasado mes de marzo cuando se iniciara la pandemia del SARS-CoV-2, y entre los que se incluye, como no podía ser de otra manera, al colectivo farmacéutico.

Ha pasado un año (04/07/2020) desde que tomara posesión como presidente de la nueva Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zamora. Un año marcado para todos por la aparición de una pandemia que ha ocasionado un gran impacto a nivel sanitario, económico y social, pero un año en el que los farmacéuticos comunitarios hemos seguido al frente de nuestras farmacias con las puertas abiertas y nuestras luces encendidas.

Pero hay mucho más que la labor que se hace día a día desde las farmacias de toda la provincia, porque la luz que vemos al final de este largo túnel que se empecina y que nos empecinamos en alargar, no hubiera sido posible sin los farmacéuticos que han estado directamente implicados en el desarrollo de las investigaciones que han llevado a la consecución de las tan ansiadas vacunas, o las que han conseguido idear nuevos tratamientos para minimizar los daños que este dichoso virus nos está haciendo;

Farmacéuticos de la distribución que hacían que los medicamentos para toda la población llegaran las farmacias comunitarias, a las de los hospitales o a los centros de salud. Farmacéuticos analistas que alargaban sus horarios para poder terminar la infinidad de pruebas diagnósticas que tenían que realizar en los laboratorios de análisis clínicos; Farmacéuticos de Hospitales que echaban imaginación a cómo conseguir medicamentos absolutamente necesarios para que los ingresados en las UCIs pudieran seguir luchando por sus vidas y los tratamientos para el resto de enfermedades que no paraban porque de repente se nos viniera encima una pandemia, Farmacéuticos garantes que han mantenido el control y abastecimiento de medicamentos veterinarios, especialmente para los ganaderos de nuestra provincia, Farmacéuticos de la Administración, cuya labor, muchas veces desconocida, es también vital en muchas áreas.

La farmacia rural, que es fundamental y mayoritaria en nuestra provincia, ha sido la colaboradora necesaria para dar información de cómo entrar en un sistema sanitario que tenía las puertas cerradas

Farmacéuticos que se han expuesto a esta enfermedad, cuando no había con que protegerse, para garantizar que toda la población mantuviera el acceso a sus tratamientos ya fuera acudiendo a la farmacia o llevándosela a casa cuando estábamos ante situaciones de cuarentena y aislamiento. Nadie se ha quedado sin su tratamiento gracias a la farmacia. Y en especial quiero referirme a la farmacia rural, cuya presencia es fundamental y mayoritaria en nuestra provincia, y que ha sido la colaboradora necesaria para dar información de cómo entrar en un sistema sanitario que tenía las puertas cerradas, aunque seguía trabajando intensamente de puertas para dentro.

Farmacéuticos, en definitiva, que han honrado su título y conocimientos poniéndolos al servicio de la población, en sus diferentes ámbitos y, sobre todo, más allá del deber, para superar esta pandemia.

Es por eso que en los Premios Caja Rural, en los que hemos estado presentes como colectivo premiado por nuestra labor durante esta pandemia, hemos acudido como institución llevando una pequeña representación de las diferentes secciones de la farmacia y también una farmacéutica rural que tuvo que sufrir en sus carnes y en las de su familia la COVID 19 y sus consecuencias. Y, cómo no, el personal del Colegio que trabajó y trabaja sin horarios para garantizar que los farmacéuticos dispongan de toda la información necesaria y actualizada para el ejercicio de las funciones propias de cada uno.

Gracias a todos por la inmensa labor que nos llevaba al extremo y que nos dejaba in fuerzas ni siquiera para llorar la rabia que cada día llevábamos dentro después de jornadas intensísimas de servicio a la sociedad.

No quiero dejar de nombrar y homenajear a los 24 farmacéuticos y 2 técnicos fallecidos en España en el ejercicio de sus funciones.

Enhorabuena al resto de colectivos que también han demostrado que cuando hay que luchar juntos, lo sabemos hacer muy bien, y que nos han dado salud, seguridad, alimentos… que han, hemos, garantizado que la sociedad pudiera seguir adelante a pesar de todo.