La función de la política, consiste en combatir las causas objetivas de la infelicidad, es decir, la miseria, la opresión, la exclusión, la violencia, la injusticia... y no la de procurar la felicidad de las personas que decía Aristóteles.

Pero esto basta para intentar conseguir el “bien común”, que es la función propia del Estado; y por tanto de la política. Función que deberá ir encaminada a intentar armonizar los intereses de las diferentes categorías sociales, y hacerlos converger. O al menos hacer lo posible para que puedan coexistir pacíficamente.

El Estado, por tanto es quien debe definir, si es posible democráticamente, un bien común, y asegurar su defensa. Si los ciudadanos no comprenden que deben pagar sus impuestos, es indispensable que el Estado los persuada, y si eso no basta es preciso que los obligue. La cuestión de la política es el poder. Pero el deber del Estado es la solidaridad.

Gerardo Seisdedos