A tenor de todo lo que se dice y comenta, José María Barrios, senador, vicepresidente primero de la Diputación y presidente del Partido Popular zamorano, seguirá como líder de la formación azul. Algo empieza a moverse en el seno de los populares zamoranos. Seno que necesita una renovación que, indefectiblemente, pasa también por las dos Cámaras, las Cortes de Castilla y León y las distintas instituciones. Renovación que, de no producirse, constituirá un lastre para su futuro más inmediato.

El continuismo de J.M. Barrios ha sido acogido de forma desigual. Mientras unos cuantos hablan de renovación de los pies a la cabeza, otros piensan que es mejor dejar las cosas como están. Personalmente, Barrios me parece un señor educado, elegante, que sabe escuchar, otra cosa es que actúe en consecuencia, y que, por lo menos, da una imagen de seriedad al partido lejos de la soberbia y la desfachatez de algunas compañeras y compañeros de escuadra.

Digo yo que doctores tiene el Partido Popular como para saber lo que le conviene o no en cada momento. En Zamora está muy tocado. El único partido que parece pitar es Izquierda Unida, mientras no se le ocurra a Guarido adjuntarle el Podemos (que le ha dado una cartera ministerial a Garzón), a las siglas que, hasta la fecha, ha defendido a capa y espada. No hay que olvidar que la mayoría del alcalde Guarido se consiguió merced a muchos votos de antiguos electores populares. Bueno, antiguos y no tanto. Me refiero a aquellos que, cuando mencionabas algún que otro popular, se tapaban instintivamente la nariz. Esos son los nombres que lastran al partido.

La renovación del PP pasa por Benavente y Toro. Es inexcusable que tras el nuevo Congreso Provincial, el presidente no haga algo, lo que sea, en ese sentido. Sin que le tiemble la mano, con valentía y con la prudencia que a veces desprenden sus manifestaciones. El segundo mandato de Barrios debe pasar por una renovación a conciencia. El palo que les dieron en el Ayuntamiento, con una insuficiente Martín Pozo encabezando la lista, tiene que hacerles reflexionar. Cómo debe hacer meditar al Partido Socialista de Zamora, al que casi barren del mapa.

Todo viene dado por los rostros. No más de los mismos, como piden los electores. Savia nueva, gente con brío y con ganas, menos ínfulas y más trabajo en equipo por Zamora y por los zamoranos pero, a lo mejor, eso es mucho pedir a quienes llegan con la intención de perpetuarse. Barrios tiene una ardua tarea ante sí. Debe ser valiente y dejarse de miramientos en función de la antigüedad de los aspirantes.