Después de tantas noticias negativas, la semana acaba con un renacimiento de la esperanza sobre el futuro de Zamora. La aprobación, por parte de la Universidad de Salamanca, de la implantación del grado de Aplicaciones 3D Interactivas y Videojuegos en la Escuela Politécnica de Zamora puede suponer todo un revulsivo a un campus, el de Viriato, con excelencia acreditada pero que cuenta todavía con espacio suficiente para más matriculados.

Han sido varios años de espera desde el compromiso realizado por el rector Ricardo Rivero que se ve ahora cumplido y, a partir de este momento, todas las instituciones zamoranas están obligadas a hacer un frente común con la Universidad para que este nuevo y prometedor proyecto vaya mucho más allá de lo que supone el movimiento de población de estudiantes en una ciudad de servicios como la capital. La oferta de titulación del grado aún no es muy extensa en las universidades españolas y puede servir de atracción a muchos jóvenes deseosos de introducirse en uno de los sectores más prósperos y en continua expansión, capaz de superar, incluso, catástrofes económicas como la generada por la pandemia del COVID.

Antes del coronavirus, en 2019, solo el sector de los videojuegos generó un negocio de casi 1.500 millones de euros en España. Por esas mismas fechas se calculaban en 7.320 los empleos directos generados por el sector y se calcula que en cuatro años se alcanzarán los 9.000 puestos de trabajo directos. El perfil de esos empleados es el de jóvenes de menos de 30 años, con estudios superiores y con contrato indefinido.

Los potenciales estudiantes pueden contribuir a la expansión de la buena fama académica del Campus Universitario Viriato de Zamora, que cuenta con diez titulaciones de grado y tres dobles grados en sus cuatro centros: la Escuela Politécnica Superior de Zamora, la Escuela Universitaria de Magisterio, la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales y la Escuela Universitaria de Enfermería. Pero, además, el Campus ofrece a los estudiantes la posibilidad de alcanzar una especialización mayor a través de su oferta de máster. Es el caso del Máster en Dirección y Gestión de Proyectos, buque insignia de los títulos propios de la Escuela Politécnica y cuyos estudiantes, en ediciones anteriores, han obtenido una empleabilidad superior al 90% al finalizar los estudios.

Los proyectos vinculados a las nuevas tecnologías y a la sostenibilidad son los que saldrán más beneficiados a la hora de repartirse los Fondos para la Recuperación europeos

Son, todos, los estudios que conducen a profesiones ya no del futuro, sino del presente. Los perfiles de sus egresados se encuentran los más demandados por las empresas. Los ingenieros de la Escuela Politécnica Superior de Zamora acaban la carrera con perspectivas laborales buenas y con remuneraciones por encima de la media.

Existe una alta demanda por parte de las empresas, y, paradójicamente, una disminución de matriculados que afecta al campus zamorano que, observa, además, como se mantiene la brecha de género. Las mujeres pierden el interés por las carreras denominadas “stem”, que son las que más pueden hacer por la igualdad y por el avance de toda una sociedad.

La titulación en Aplicaciones 3D Interactivas y videojuegos completa la excelencia universitaria que se imparte en Zamora, que ya se posiciona en los rankings internacionales de mayor prestigio, al igual que lo hace la propia Universidad de Salamanca. Toca, ya de una vez, sacudirse complejos y buscar en la formación la transformación económica y laboral que necesita con urgencia la provincia. Debemos entender la calidad de lo que ofrece Zamora y otros atractivos que deben tenerse en cuenta tanto por los futuros alumnos como por sus padres. A todos los méritos que reúne el campus Viriato hay que añadir lo que ofrece una ciudad pequeña como Zamora, con la vivienda más barata de toda Castilla y León en alquileres, con un coste de la vida mucho menor y la cercanía de algo cada vez más valorado: el aire libre y la seguridad frente a las grandes urbes. Toca redescubrir el talento que se respira entre los muros del antiguo cuartel Viriato, comenzando por los propios zamoranos y siguiendo por cualquier otra provincia y, por qué no, cualquier otro país. Las oportunidades también pueden crearse cuando las circunstancias lo propician y se cree, firmemente, en las posibilidades propias.

La segunda parte del reto para completar ese cambio de ciclo tiene que ir vinculado, necesariamente, a la creación de empleo. Solo en videojuegos, el 46% del empleo se sitúa en Cataluña, y el 26% en Madrid, esa tendencia podría cambiar con las condiciones adecuadas en un momento en el que gran parte de los profesionales han consolidado el teletrabajo y busca refugio fuera de las grandes ciudades tras lo vivido en el confinamiento y en toda la pandemia.

Los proyectos vinculados a las nuevas tecnologías y a la sostenibilidad son los que saldrán más beneficiados a la hora de repartirse los Fondos para la Recuperación europeos. Entre las pretensiones apuntadas por el Ayuntamiento de la capital se encuentra el parque tecnológico en una parcela de la estación del AVE. La Diputación trabaja con Braganza en la creación de otro. La situación demográfica de Zamora exige medidas de discriminación positivas a la hora de la instalación de empresas, comenzando por una facturación energética más barata, que sirvan de polo de atracción de industrias que fijen población.

Hay que reivindicar, más que nunca, que se agilicen todos los proyectos en marcha para la urgente cobertura de Internet de alta capacidad. La red ni siquiera es capaz de alcanzar toda la ciudad de Zamora, no digamos en el resto de la provincia. Debemos seguir exigiendo la conectividad y la conexión por tierra a través del AVE y de las autovías, mejorar tiempos con Madrid y abrirnos a Portugal, aspirar a convertirnos en el eje fronterizo de los nuevos tiempos, que pueden proyectarnos hacia el futuro o dejarnos sin él.

Zamora necesita proyectos cabales y consecuentes con el rápido giro que ha dado el mundo tecnológico y esa oferta universitaria, extensible también a la Formación Profesional en estudios como Mecatrónica, Soldadura o Ciberseguridad, tiene que ser el combustible de una provincia renaciente, capaz de conjugar la tecnología más puntera con el cuidado medioambiental que nos ponga a la cabeza del desarrollo. Zamora puede ser tierra para jóvenes y eso requiere una ardua labor. Pero resultaría imperdonable perder la oportunidad que emana de la labor docente y del esfuerzo de los alumnos de su campus universitario y de sus centros de Formación Profesional.