24/7 es un término de moda en el lenguaje de las redes sociales. Pero es el mismo “a tiempo completo” de siempre, o el “no me da la vida”, que es más realista.

Dedicación exclusiva, a tiempo parcial a jornada completa, por obra y servicio o a indefinido. Lo mismo me da. Porque madre, madra, madro se es todos los días, las 24 horas, sin descanso semanal y para toda la vida. La verdadera economía sumergida... já, me río yo.

¡Ten hijos, hijas, hijes! Y trabaja, cotiza, que hay que llenar la hucha. Y ya si tienes tiempo vive, disfruta, descansa, pero tampoco duermas 8 horas, que ni falta que hace, ni cumples ni puedes.

Que la conciliación son los padres, padras, padros, ambos dos, ambas ellas, ellos, elles, él, ella, ello, lo, la, le, lerele. Y hay padres, padros, padras que también son madre, madro, madra. Y madres, madras, madros que son padre, padra, padro. No es más madre, padre, la o el que pare, ni la que no, ni el que tampoco.

Y todos, todas, todes son, san, sen, somos, somas, somes iguales; ni mes, ni menes. De izquierde a dereche, en dereches y obligaciones. Necesarios, necesarias, necesaries. Y prescindibles, como ustedes, ustedas, ustedos.

Yo soy madre junto a padre, padra, padro. Pero, como tantas otras, otros, otres, podría serlo igual sin él, ello; sola, sole o con ella o con ello. O no serlo. Así que, señorías, señoríos, señoríes, por favor, preocupémonos, preocúpense de las cosas importantes, imporTANTOS, imporTANTAS.

De la inclusión de verdad, del lenguaje de la vida real, de la brecha, brecho, breche laboral del día, dío, díe a día. De quienes deciden ser madre, padre, madres, padres. Y también de quienes no; por derecho, derecha, dereche propio, propia, propie. Porque les da la realíseme gane.

Preocúpense del paro, para, pare, del trabajo, trabaja, trabaje. De los niños, niñas, niñes. Pero de verdad. De sus padres, hermanes, ties, abueles y, sobre todo, de su futuro, futura, future, por el bien de todos, de todas, de todes.

¿Le ha dado empacho este escrito? Pues así estamos. Beatriz, hija, mujer, madre.

Beatriz Blanco Santos