El 27 de marzo de 1930 nace en Belver de los Montes Leopoldo Bermejo Morillo, pintor, restaurador, copista y escultor. De 1940 a 1958, vive en el pintoresco barrio de La Lana. En 1958 traslada su residencia a la calle Río Órbigo en San José Obrero, pared de por medio del también escultor Abrantes. Pronto comenzó a trabajar en el Teatro Principal, compaginando sus labores con su vocación de pintor, lo que le llevó también a la continuación de sus estudios desde 1947 a 1952. Fue alumno de Castilviejo y Bedatte en San Ildefonso y compañero de una generación fabulosa, formada por miembros tan notables como Antonio Pedrero, Higinio, Abrantes, Alberto Latorre, Crespo, Vadillo, Julio Mata, Mostajo, etc.

Tras ganar el III Concurso de Formación Profesional Obrera “Voluntad de Resurgimiento” en 1949 y obtener una beca para proseguir con sus estudios en la Academia de Bellas Artes en San Fernando (Madrid), renunció a dicha plaza debido a la sordera provocada por una grave enfermedad. Aún así, siguió pintando y sobre todo restaurando y copiando obras por encargo hasta su fallecimiento, en su tierra natal el 19 de diciembre de 2008.

Aunque no me considero experto, su obra siempre me ha parecido muy interesante, por lo que solicité la opinión de mi querido y buen profesor don Miguel Ángel Mateos, quien lo define como un magnífico pintor y con un gran talento para las artes.

Por ello, desde aquí me atrevo a pedir humildemente a la Concejalía de Cultura y Turismo y a nuestro alcalde en particular, la recopilación y exposición de sus obras (muchas de ellas en manos privadas) en alguno de los enclaves públicos disponibles, para poder disfrutar de su obra y darle su sitio como artista en esta nuestra ciudad.

Fue un creador muy prolífico, pero se desconoce el número exacto de sus creaciones, ya que nunca llevó registro alguno.

Muchas gracias por su atención y espero que este escrito no caiga en el olvido como por desgracia ha quedado él.

Antonio Hernández de la Torre