La crisis sanitaria del COVID ha puesto de manifiesto que nuestras ciudades, nuestros entornos escolares, no están adaptados para lo que realmente importa, el uso de las mismas, con el peatón de protagonista. Atascos, aglomeraciones, inseguridad real, falta de aplicación de la normativa vial, son aspectos que se viven diariamente en los entornos de nuestros centros escolares de la ciudad.

Una de las consecuencias de la aplicación de los nuevos protocolos de prevención para hacer frente a la crisis sanitaria por COVID19, dictados por la autoridad competente de la Junta de Castilla y León, ha sido que muchos colegios no dejen que los niños y niñas estén en el patio a la entrada y salida del centro educativo, esto ha provocado que se junten en la calle niños y padres (a mayores de los propios transeúntes), con los riesgos que ello conlleva; lo único que se ha logrado con esta medida ha sido trasladar el posible problema sanitario del patio, a la vía pública, acrecentándolo y añadiendo el de falta de seguridad física.

Todos somos agentes en estos procesos de adecuación, donde los niños son los protagonistas, pero no por un capricho temporal, sino porque se pone el acento en hacer saludables espacios donde no existe otra consigna que el cuidado de nuestra infancia. La contaminación atmosférica y acústica, los palpables problemas de seguridad y la no autonomía infantil, son factores negativos que están viviendo los niños de nuestra ciudad en su día a día.

Es tiempo de que todos asumamos nuestra responsabilidad y antepongamos la seguridad de nuestros menores por encima de nuestras comodidades y que ellos marquen las prioridades.

–La Administración debe asumir sus responsabilidades, velar por los derechos de los niños recogidos en la Convención de Naciones Unidas, hacerlos partícipes y protagonistas de sus decisiones. ¿Qué ocurrirá cuando en el caos de las salidas y entradas de algunos de los colegios de nuestra ciudad se atropelle a un niño o niña? Estamos acostumbrados a tomar soluciones cuando ya es demasiado tarde, esperemos que no sea el caso por el bien de todos y todas.

–Los padres y madres vivimos en una sobreprotección amparada con un grado de comodidad que nos hace no valorar los aspectos de autonomía que nuestros hijos necesitan. Debemos exigir y apoyar los cambios de los entornos escolares, buscar soluciones para que los caminos escolares sean reales y frecuentados y participar activamente de todos los procesos que supongan una mejoría para la infancia.

Zamora debe aplicar una solución para resolver los problemas de los entornos escolares, y decimos aplicar porque no es necesario buscar esa solución. En todo nuestro país, cada día, salen nuevas ciudades, nuevos centros escolares que deciden aplicar modificaciones sustanciales en sus entornos, siguiendo unas consignas básicas de creación de corredores de acceso libres de coches, limitar el aparcamiento, el tráfico y aplicar la vigilancia y cumplimiento de la normativa vial de forma estricta.

Podemos seguir mirando hacia otro lado, llegar tarde como tantas veces ha ocurrido en nuestra ciudad, pero desde la Federacion de Padres y Madres de Centros Públicos de esta ciudad, seguiremos poniendo el acento en las cuestiones que afectan a la infancia de una ciudad que solamente quiere crecer como en el resto de las ciudades, con unas condiciones de salud y seguridad necesarias. Apelamos a las autoridades y esperamos que todos asuman sus responsabilidades, y que nadie crea que mirar a otro lado es la solución.

Marina Álvarez Riego

Presidenta FAPA Zamora (en representación de la JD de FAPA Zamora)