Cuando empecé a escribir estas columnas, me estaba yendo por última vez. Fue la penúltima. Entonces hablaba de los que estáis fuera, de los que estábamos fuera. Decía que no sabía si algún día tendríamos la opción de volver. Hoy, tres años y una pandemia después, creo que ya lo estamos haciendo.

A cuentagotas. Sin hacer mucho escándalo. Exactamente como nos fuimos. Exactamente como emigró desde 2008 una generación que se ha hecho mayor lejos. Que en su habitación de casa todavía tiene algún libro o CD del instituto. De los 17 años y medio: el fotograma en el que quedó congelada su vida de aquí.

La pandemia ha hecho más por el retorno que todos esos planes estratégicos (sic) contra la despoblación que, de momento, no pasan de eso. Planes. Titulares de prensa. Pero es una vuelta que, para tantos, tiene fecha de caducidad. Cuando les ordenen regresar a la oficina se irán de nuevo. Las oficinas casi nunca están aquí.

Otros hemos dado ya el triple salto mortal y hemos vuelto, vuelto. Nuestras empresas han abrazado el teletrabajo, hemos emprendido o tenemos negocios familiares que continuar. O estamos opositando, que también es muy de la tierra.

Y por aquí andamos, Santa Clara arriba-Santa Clara abajo, con nuestras parejas de Irlanda, Reino Unido, Guatemala. Ya saben pedir “uno que sí, dos que no” y que no hay apuro, porque aquí todo está, como mucho, a media hora a pie.

También, algunas, hemos parido. En la sala de dilatación conocí a una chica a la que la pandemia le dio el empujón final para volver a casa. Desde Ibiza. Charlo de crianza también con otras amigas que estaban en Asia. Trotando los adoquines he visto más carritos que nunca. Intuyo, me parece, que no es un espejismo.

No pasa solo en Zamora. En el colectivo Jóvenes de Castilla y León he encontrado muchas ganas de volver. Parece que esta tierra, tan poco dada a las identidades, también tira. Una tía me dijo hace años que llega un momento en que uno quiere volver a lo suyo. Yo pensaba que a mí eso nunca me iba pasar. Me ha pasado. Nos está pasando. Ayuntamiento, Diputación, Junta, Gobierno central: este es su momento, aquí nos tienen, no dejen que nos volvamos a ir.