Hoy voy a ser breve, porque lo único que deseo plasmar en el papel son algunas quejas y/o preguntas que en mi deambular por las calles de Zamora, y sabedores de que me gusta escribir para este diario, me han trasladado algunos amigos y conocidos, vecinos de dos barrios que frecuento, el mío -alrededores del Parque Ignacio Sardá, también conocido como Jardines de Eduardo Barrón- (sería bueno que el Ayuntamiento señalizase los límites de uno y otro espacio, pues ni los vecinos del lugar sabemos distinguirlos) y el popular barrio de Los Bloques, por ser donde residen mis suegros.

Las quejas y/o preguntas que se hacen muchos de los residentes en uno y otro tienen que ver, en el primer caso, con la tala de seis espléndidos chopos, de más de cincuenta años de antigüedad, llevada a cabo por operarios municipales hace escasas semanas, al parecer, con el pretexto de hacer posible la ampliación del Pasaje de Candelaria Ruiz del Árbol, para permitir un mejor acceso al garaje del nuevo edificio que se está construyendo en la única parcela que quedaba libre en él. Todas las personas residentes en la zona, con las que he tenido ocasión de hablar, sin excepción, están indignadas por el “crimen medioambiental” que ha cometido el Ayuntamiento, y máxime cuando su alcalde, usted señor Guarido, tiempo atrás dejó buena muestra de su oposición a la tala de árboles en la ciudad, con motivo de otro atentado contra la naturaleza, el cometido años ha en los prolegómenos de la construcción del aparcamiento subterráneo de Reyes Católicos ¿lo recuerda señor alcalde? Por ello, estimado don Francisco, como no dudo de su amor por “lo verde”, le ruego dé cuantas explicaciones considere pertinentes, a través de este mismo medio, si le pareciese oportuno, y si no, de manera particular a todos y cada uno de los vecinos que antes veíamos y disfrutábamos desde nuestras ventanas de la exuberancia de los seis magníficos ejemplares de chopo que, literalmente, se ha cargado la corporación municipal que usted preside; se lo pido, para que los vecinos del referido parque y cuantos amantes de la naturaleza hay en Zamora, o sea, la mayoría de sus conciudadanos, podamos entender las razones por las que se ha cometido tan tremendo atropello medioambiental.

Las otras quejas y/o preguntas que me han llegado, se las traslado en nombre de muchos vecinos del popular barrio de Los Bloques, con los que he tenido oportunidad de hablar desde que, hace pocos días, empezaron las labores de fresado del firme y nuevo asfaltado de varias de sus calles (así reza de manera indicativa en las señales de prohibido aparcar repartidas por las vías afectadas). La mayoría no dan crédito a las indiscriminadas actuaciones en tramos en los que el firme de la calzada estaba aún en perfectas condiciones para la circulación de vehículos de todo tipo. Muchos vecinos me han mostrado su estupor exclamando, a la vez que haciéndose una pregunta, que es la que a continuación le traslado ¿qué pasa, no tiene el Ayuntamiento otras prioridades, que tiene que tirar el dinero levantando un asfalto para poner otro similar?

Como simple transmisor de las quejas y/o preguntas enunciadas, quedo a la espera de sus respuestas, y a su disposición para todo aquello en que le pueda ser útil.

Ah, y por último, permítame que le haga una observación ,señor acalde. Si es usted tan amable, de las instrucciones que considere necesarias para que la centralita del “teléfono de atención al ciudadano”, es decir, del número: 980 54 87 00 esté mejor atendida, pues somos también muchos los zamoranos que tras marcar los nueve dígitos del referido guarismo solo conseguimos escuchar de forma repetitiva el siguiente mensaje: “Ha llamado usted al Ayuntamiento de Zamora, si sabe la extensión márquela, si no espere, le atendemos enseguida”…