“Si Ciudadanos se atreve en Murcia, apretamos el botón nuclear”. La frase se la atribuyen varios medios de comunicación a una conversación en la noche del martes entre Isabel Díaz Ayuso (IDA para los cercanos), presidenta de Madrid, y Pablo Casado (PA`CASA, también entre los de confianza), su supuesto superior en la jerarquía del PP. Ciudadanos (Cs) se atrevió y ellos apretaron el botón. Y, boom, explosiones por doquier, zambombazos de consecuencias imprevisibles acá y acullá y vaya usted a saber cómo termina todo. Lo que sí sabemos ya es que unos se beneficiarán, los que mantengan sus sillones o los consigan, y la mayoría, la gente corriente, saldrá perdiendo. O sea, que la explosión nuclear de Ayuso-Casado será similar (salvadas, obviamente, todas las distancias) a los bombardeos contra las ciudades, de los que Madrid sabe mucho: cae la población civil y se salvan los que cuentan con refugios antiaéreos, es decir los privilegiados. Cosas de la política responsable y volcada en la atención al ciudadano. Nunca podremos agradecérselo lo suficiente. Siempre estaremos en deuda.

Analicen detenidamente las diez palabras que encabezan este artículo. No son únicamente una declaración de intenciones, sino el perfecto resumen de cómo algunos (y algunas) entienden la gestión pública. Si Cs presenta una moción en Murcia, sean cual sean los problemas murcianos, volamos Madrid y lo que sea menester: elecciones, todo supeditado a la campaña, paralización de la Administración con el consiguiente riesgo de perder ayudas europeas por no presentar a tiempo los proyectos, lucha contra la pandemia a segundo plano, gastos electorales cuando todo el dinero debería estar destinado a otros menesteres, adiós a un nuevo, y necesario, presupuesto, fin de la actividad parlamentaria, es decir ni más leyes ni más control al Ejecutivo…Y así podríamos seguir ad eterna. ¿Era esto el follón nuclear?

Bien, apretaron el botón y se alborotó el gallinero hasta extremos casi nunca vistos. Claro que estamos hablando de Madrid y eso, como saben, son palabras mayores. Nos salpica todos estemos o no cerca de la olla o de esa sartén que unos tienen por el mango. Si la cosa se hubiera circunscrito a Murcia, pues qué quieren que les diga, cuatro líneas y a otra cosa mariposa. Pero la decisión de Ayuso-Casado aconteció en Madrid y lo de Murcia tuvo efecto mariposa: un aleteo en el Mediterráneo y ciclón en el interior y, de paso, en España, que para eso el epicentro real del seísmo acabó en la Puerta del Sol.

Y llegó hasta aquí, que para eso gozamos también de un gobierno de coalición PP-Cs, es decir de la segunda y tercera lista más votada, aquello que quería evitar Rajoy con su propuesta de que gobernara la candidatura más respaldada. En Castilla y León, parece que las aguas están más tranquilas. Los procuradores populares y naranjas han reeditado en menos de dos días una especie de Jura de Santa Gadea ante la moción de censura presentada por el PSOE: no habrá transfuguismo ni traiciones a la causa ni sorpresas. Los socialistas mantienen cierto optimismo, como si los días que faltan para que se debata la moción fueran suficientes para torcer el brazo a algunos de los procuradores. Saben que hay bastantes disconformes con Igea, o con Fuentes, o con la línea de Arrimadas, o con la deriva del partido en estas tierras, donde, en campaña electoral, prometió atajar la corrupción y abusos del PP del 87 para acá y ha acabado siendo su muleta (no de torear, aunque bueno…) e, incluso, su portavoz y casi baranda gubernamental porque da la impresión de que Igea manda más que Mañueco. Yo espero con mucho interés la entrevista, prevista para mañana, entre Inés Arrimadas, de padres salmantinos, y Tudanca, líder socialista y aspirante a la Presidencia de la Junta, pero se ha suspendido por los líos de Murcia. El efecto mariposa.

"Unos se beneficiarán, los que mantengan sus sillones o los consigan, y la mayoría, la gente corriente, saldrá perdiendo"

Y es que todo está en el aire. Los tribunales decidirán si hay o no elecciones en Madrid o tienen que debatirse antes las mociones de censura presentadas por PSOE y Más Madrid. Tampoco se sabe si es legal o ilegal la disolución de la Asamblea decretada, boom, el botón nuclear, por Ayuso. Una batahola jurídica de aquí te espero, torero, que veremos cómo finaliza, aunque, por lo pronto, tiene parado todo lo que debería estar en movimiento hacia metas más nobles que la disputa de cargos y del Poder.

Y Murcia. Allí ya se han rizado todos los rizos. Tres Cs de los firmantes de la moción de censura contra el presidente popular han cambiado de bando. Son ya consejeros del gobierno que censuraron. ¿Habrá más freno y marcha atrás? Vaya usted a saber.

Al dúo Ayuso-Casado (IDA-PA´CASA) se le olvidó la noche de marras recomendarnos a todos los españoles aquella canción rockera que decía :”Prepárate, va a estallar el obús”. Y nos pilló como nos pilló.