Lo primero que debemos plantearnos es qué es un vehículo autónomo. Un vehículo autónomo, también conocido habitualmente como un vehículo robótico o lo que todos conocemos vehículo sin conductor o también un vehículo conducido, es aquel que cuenta con los sistemas informáticos suficientes para que no sea necesario un conductor “humano”.

Hay que tener en cuenta que hay varios niveles de conducción en función de los sistemas informáticos integrados en el vehículo. El nivel 0 es el que corresponde a una conducción humana total, sin que exista autonomía alguna, donde el conductor controla todos los niveles de la conducción, mientras que el nivel 5, que es el máximo de autonomía, supone que no existe asistencia humana de ningún tipo. Por lo tanto, en este nivel, un automóvil es capaz de imitar y sustituir al conductor, también su manejo y control.

Los automóviles de nivel 5, son capaces de percibir el medio que le rodea y navegar controlando los mandos del vehículo. Estarán dotados para ello de sistemas de control de visión, con cámaras incorporadas, radares y sistemas de posicionamiento GPS. También es importante y fundamental que lleve un estudio de cartografía actualizado y pormenorizado, puesto que los sistemas incorporados al vehículo serán los encargados de leer el terreno circundante y los posibles obstáculos existentes camino del destino prefijado. Es fundamental tener un sistema informático potente y que permita conectarse tanto con la infraestructura como con los coches que nos rodean para evitar todo tipo de siniestros.

Los tiempos avanzan, y también lo hacen nuestros vehículos, caminamos hacia tiempos eléctricos y prometedores, donde los vehículos y los automóviles son respetuosos con el medio ambiente y están dotados de la última tecnología.

Por supuesto que los cambios son buenos, si mejoran nuestra calidad de vida, pero antes deberemos resolver problemas que nos plantea la irrupción de este tipo de vehículos: Alguien nos tiene que educar y enseñar a cómo afrontar esos cambios. ¿Desaparecerán los profesionales de la conducción, profesores de Formación Vial, conductores de camiones, de autobuses, de taxis.? ¿Habrá más paro? ¿Sobrarán profesionales?.

Alguien nos tiene que educar y enseñar a cómo afrontar esos cambios. ¿Desaparecerán los profesionales de la conducción, profesores de Formación Vial, conductores de camiones, de autobuses, de taxis.? ¿Habrá más paro? ¿Sobrarán profesionales?

La conducción y el control de los vehículos lo realizará un ordenador, una máquina o un robot. Deberemos acostumbrarnos a ello.

¿Qué ocurrirá con los componentes éticos de la conducción? Como ejemplo: si el vehículo tiene que elegir entre salvar a los usuarios de un vehículo o a un peatón, en caso de siniestro, ¿qué decisión tomará? ¿Quiénes decidirán sobre ese componente ético: las compañías aseguradoras, los fabricantes de vehículos, los de los sistemas inteligentes de conducción, los gobiernos?

¿Quién asumirá la responsabilidad en el caso de siniestros viales: el conductor, el fabricante?

Estamos seguros de que en el momento en que se implementen estos vehículos, con unos niveles mínimos de seguridad, se reducirán el número de siniestros. Hay que recordar que aproximadamente un 70% de los siniestros se producen por error humano y que la aparición y funcionamiento de sistemas inteligentes de apoyo a la conducción mejoran ésta y ayudan a la reducción de siniestros.

En España ya se han realizado las primeras pruebas de vehículos de conducción autónoma, siendo la última de ellas, este mes en Málaga, donde un autobús de 12 metros, eléctrico, efectuó su recorrido sin ningún contratiempo.

Los tiempos avanzan, y también lo hace en nuestros vehículos, caminamos hacia tiempos eléctricos y prometedores, donde los vehículos y los automóviles son respetuosos con el medio ambiente y están dotados con la última tecnología, pero no hay que engañarse. En la actualidad, el que un coche tenga sistemas inteligentes, cambio de dirección, o sistemas de acelerado o frenado, no quiere decir que el conductor no deje de ser necesario.

Lo que sí es cierto es que muchos consideramos que la conducción será mucho más aburrida, porque si el conductor solo tiene que fijar el destino no podrá disfrutar de la conducción. Muchos consideramos que el hecho de dirigir el vehículo es ameno, divertido, y te permite también disfrutar del camino. No sólo es llegar a tu destino. El viaje se hace más llevadero y se hace más corto. Conducir es un arte y este arte emociona Y, como siempre digo, mi opinión es la mía, si la tuya no es así, compra lo que quieras.