A principios del pasado mes de febrero, una jovencita de 18 años (lo de jovencita lo digo sin ironía) se llama Isabel Medina Peralta, y según los informes que yo tengo es estudiante de Historia, acompañada de varios oradores más que levantaban el brazo haciendo el amenazante saludo nazi y algunos portando esvásticas, en un homenaje a la División Azul española, acusó de todos los males de la Europa desde la Edad Media a los Judíos a los que se les tenía odio porque eran los únicos que sabían leer y escribir y dominaban la banca, el comercio y la medicina. Yo sé que hay gente que duerme mal pero si esta joven después de que le expliquen sus profesores los horrores de los campos de exterminio se equivoca tan desproporcionadamente creo que alguno de los resortes que controlan la mente le está fallando.

En cuanto al homenaje que los manifestantes gritaban que se lo hacían a los “Voluntarios de la División Azul Española” porque se habían enrolado en el Ejército Nazi para “masacrar” judíos. Mi tío, Vicente Pérez Manzano, fue uno de los voluntarios divisionarios y lo hizo para combatir al comunismo impuesto por Stalin en Rusia.

El discurso de Ramón Serrano Suñer a los soldados españoles para que se enrolaran en la División Azul fue instigarlos a “luchar con las tropas germanas contra Stalín, no contra los judíos aunque luego Franco invocara con frecuencia conspiraciones judeo-masónicas para acabar con su régimen.

Lo de capturar judíos era asunto de las S.S. alemanas de Hinrich Himmler y ese “honor” no lo iban a ceder a los divisionarios españoles, después de todo, era más abyecto, pero eso que importaba, era menos peligroso que luchar en el frente ruso a -42º de temperatura.

Mi tío falleció a la edad de 25 años, el día 24 de mayo de 1943 de heridas múltiples de ametralladora del enemigo en el frente de Kalpine y está enterrado en el cementerio español de Llurk situado a un kilómetro del cruce de carreteras de Krasny Bor-Llurk

En el interior del lago Ilmen en el mes de enero siguiente con un termómetro finlandés, se registraron temperaturas de -53º. Mi tío Vicente ingresó al servicio en la División Azul el día 16 de abril de 1942 procedente del Depósito de Sementales de León con el empleo de Cabo y fue encuadrado en el Grupo de Exploración Escuadrón 1º en campaña en Rusia. Entre el 17, de ese mismo mes de abril y el primero de enero de 1943, estuvo en 1ª línea de combate en el sector del lago Ilmen y desde allí pasó al frente de San Petersburgo “entrando en línea en el frente de Kelpine (Leningrado)”.

Mi tío falleció a la edad de 25 años, el día 24 de mayo de 1943 de heridas múltiples de ametralladora del enemigo en el frente de Kalpine y está enterrado en el cementerio español de Llurk situado a un kilómetro del cruce de carreteras de Krasny Bor-Llurk.

Mi tío estaba soltero y no tenía ningún hijo cuando murió, la familia más próxima que le queda ahora somos los sobrinos, los manifestantes de las calles de Madrid se tomaron la libertad de homenajear a los “Divisionarios” sin pedirnos autorización para ello. Los sobrinos de mi tío no aceptamos que nadie se tome ningún privilegio sobre su memoria, somos nosotros los únicos garantes de ella y exigimos el respeto más absoluto. Queremos que esa gente sepa que nuestro tío tiene un altar en el corazón de cada uno de nosotros.

En 2016 después de una larga búsqueda por varios archivos militares encontré la Hoja de Servicios de mi tío y este periódico me publicó varios artículos, en uno de ellos yo dije que el Capitán de su Grupo había enviado a su padre, nuestro abuelo, un certificado en el que decía: “que se había distinguido por su valor, disciplina, su pericia y conducta intachable”. Eso es lo que se espera de un soldado en el campo de batalla en cualquiera de los bandos en que esté. Ese es nuestro homenaje y nuestro recuerdo.