Esto es peor que una pesadilla. De las pesadillas se despierta, con mayor o menor desasosiego, pero se despierta. De esta congoja que a todos nos atribula es imposible despertar porque la estamos viviendo en tiempo real. ¡Dios nos libre de las olas que, dicen los expertos, están por venir! No me refiero a las de frío, nieve o lluvia. Estas son peores, son olas sucesivas de contagios y defunciones.

El Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), un reputado departamento estadístico de la Universidad de Washington, en Seattle (EE UU), que fue fundado por la Fundación Bill y Melinda Gates, ha diseñado proyecciones sobre la evolución de esta crisis de salud pública en diferentes estados y, en el caso de España, las cifras que arroja sobre lo que ocurrirá antes del verano son demoledoras. No sé qué es mejor, saberlo para estar prevenidos o ignorarlo. Pese a que este mes caerán las defunciones a partir del día 19, este Instituto contempla otra ola de fallecimientos. 50.000 muertes más en España hasta mayo.

No sé ni cómo me presto a escribir algo tan descorazonador. Me produce una tristeza infinita y un cierto desasosiego. El Instituto citado estima que el próximo 1 de mayo España podría alcanzar las 109.205 muertes acumuladas por COVID-19, es decir, de aquí a esa fecha se registrarán 49.400 nuevos fallecimientos con respecto a los que ya contabilizan las cifras oficiales de las autoridades españolas. ¿Cuántas más personas tienen que morir en España para que los irresponsables y los negacionistas reaccionen?

La previsión se efectúa en base a parámetros estadísticos que muestra la enfermedad desde su estallido y dibuja un escenario en el que se sigue distribuyendo la vacuna contra la Covid-19 como hasta ahora. Además de este escenario «normal», el Instituto de la Universidad de Washington contempla un escenario alternativo en el que el impacto del SARS-CoV-2 y de sus variantes conocidas sería peor. Incluso la viróloga Margarita del Val advierte que “todavía tendremos que seguir contando oleadas que, en verano, serán más bien oleajes”

Con semejantes perspectivas, por favor, ¡sigan vacunando a la población!, que las autoridades busquen vacunas debajo de las piedras pero no nos dejen morir de esa forma tan horrible. No permitan que España se convierta en un inmenso cementerio COVID, el más grande de Europa. Que la grandeza de España se mida por otros parámetros bien diferentes. Dejen la política y las elecciones para otro momento y atiendan las necesidades de los ciudadanos españoles. ¡De todos!, sin triajes, sin excepciones de ningún tipo. Dejen los personalismos, las chulerías y las broncas para otro momento y atiendan a la población.