Tras las nieves, llegan las lluvias. La Agencia Estatal de Meteorología insiste en que las precipitaciones tendrán un perfil bajo. Algo parecido dijo Fernando Simón del coronavirus y ya ve usted la que ha liado el bicho. Espero y deseo que la AEMET sea más rigurosa, más incontrastable e incontestable que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.

Filomena nos abandona y, en forma de lluvia, llega Gaetán. Una borrasca con nombre propio que se lo debe al Instituto Portugués del Mar y la Atmosfera. Ya lo avise en mi artículo titulado “Filomena”. Por aquellos días, Gaetán estaba al caer y ya ha caído. Otra cosa es la forma que tenga de manifestarse. La Filo ha dejado agua para dar de beber a los madrileños dos meses. A ver que nos deja Gaetán a los zamoranos. En principio y si la previsión es correcta viene cargado de lluvias generalizadas, rachas de viento y “un fuerte deshielo”. Vamos, que se va a llevar por delante cualquier resto que nos recuerde a Filo. La cosa tampoco debe ser tan leve, tratándose de una borrasca, cuando los expertos ya han realizado sus previsiones sobre el impacto de Gaetán.

Puedo adelantar que esta borrasca, que se adentró ayer en España, no dejará lluvias torrenciales y tampoco de mucha intensidad. Su incidencia mayor recaerá sobre la fachada atlántica, con mayor intensidad en puntos de las comunidades de Galicia, Castilla y León (no nos libramos), Extremadura y Andalucía, donde en algún momento puede llover de forma “moderada y persistente”. Mientras no sea a lo bestia. Sólo nos faltaba ahora anegarnos.

Cada borrasca que entra por Galicia acaba recalando en Zamora. Sabido es que cuando Galicia se resfría, Zamora estornuda. Gaetán ira atravesando la Península de oeste a este, lo que quiere decir que las lluvias afectarán a buena parte de España, salvo el área mediterránea, alto Ebro y Cantábrico oriental donde no lloverá o lo hará muy débilmente. Si es verdad que hasta el viernes las comunidades más afectadas no llegarán a superar los 20 o 30 litros por metro cuadrado, una cantidad de lo más normal y habitual para un frente atlántico que llega cargado de humedad, bien ira la cosa.

Lo peor será el viento. Se esperan fuertes rachas de hasta 110 kilómetros por hora en el litoral gallego, mientras que en la meseta norte las rachas, algo más suaves, alcanzarán entre 70 y 80 kilómetros por hora. Adiós al cencello, a la nieve, a las nieblas y a las heladas, de momento. Por lo menos Gaetán viene con menos ínfulas que Filomena.