Por fortuna, cada vez más evidente, la discriminación de la mujer en la sociedad se va asumiendo, todos los hombres de bien aportamos nuestro granito, para que el sexo no sea una lacra en la vida. Ahora nos viene la Generalitat investida en su sacra barretina otorgando preferencia a las mujeres frente a los varones en el acceso a Mosos de Escuadra, por aquello de igualar la plantilla. En el caso de empate entre dos candidatos, la plaza será para la hembra. Digo yo que se la podían echar a la paja más corta. Esto parece ser, no es discriminación. Si miramos profesiones eminentemente femeninas, por ejemplo la Enfermería, a la que pertenezco orgulloso, el nivel masculino es simbólico. No me puedo imaginar el follón que provocarían las feministas sectarias si los enfermeros pidiéramos esa prebenda para así equilibrar nuestra presencia.

¿Quién discrimina a quién, dónde quedó el sentido común…?

F. Mario Santos