No es la primera vez que hablo de Vangelia Gushterova, conocida como Baba Vanga y apodada la “Nostradamus de los Balcanes”. Esta señora, ya fallecida en 1995, dejó un rosario de misterios dolorosos para la posteridad que es mejor no rezarlo, es decir, no conocerlo. Da grima. A mí que dejara dicho que el universo terminará en 5079, me da igual, me queda bastante alejado y puedo creerlo o no. Pero es que hay antecedentes. Esta mujer búlgara predijo y acertó la disolución de la Unión Soviética, la muerte de la princesa Diana, el ataque del 11 de septiembre de 2001, el desastre de Chernobyl y así hasta un 85% de sus predicciones.

Antes de fallecer pronosticó que 2021 sería un gran año, pero sólo para la ciencia porque se encontrará una cura para el cáncer. Sería fabuloso de cumplirse, si el pronóstico no llegara acompañado de otros vaticinios la mar de preocupantes. Posiblemente esa sea la única cosa buena que nos deparará el próximo año porque la retahíla de males mayores y menores asociados a su llegada es impresionante. A ver, la economía europea sufrirá una caída; alguien tratará de quitarle la vida al ‘zar’ Vladimir Putin; los extremistas islámicos llevarán a cabo un ataque químico en Europa; Donald Trump podría sufrir una enfermedad misteriosa que le causará un trauma cerebral; el mundo sufrirá muchos cataclismos y grandes desastres junto a eventos devastadores que cambiarán el destino de la Humanidad.

No sé cómo se le habrá quedado a usted el cuerpo, a mi hecho papilla. Con las ganas que tengo de perder de vista a 2020, para enterarme por medio de estas predicciones que 2021 puede ser mucho peor. ¿Hay algo peor que el COVID? Según esta señora, sí. La única buena noticia es que, por fin, nos libraremos del cáncer que tantas vidas se ha llevado por delante. Todo lo demás mete miedo. El índice de aciertos de la buena señora es tan elevado que no permite albergar dudas sobre su materialización.

Su predicción más extraña es que en 2021 “un dragón fuerte se apoderará de la humanidad” ¿Sabe usted quien es el susodicho? Blanco y en botella, ni más ni menos que China, de donde partió el jodido virus que nos está matando, el país que a la chita callando está colonizando el mundo sin que ningún gobierno se percate de ello. Se me han quitado las ganas de celebrar la muerte de este año y dar la bienvenida por todo lo alto al siguiente, sobre todo ahora que la esperanza en forma de vacuna ha llegado a España.