Los recursos humanos son, pues, fundamentales para que las administraciones públicas alcancen con plenitud el exacto y puntual cumplimiento de las competencias que legalmente tienen atribuidas y lograr el desarrollo social y económico que deben procurar. De ser así, para lo que habrán de contar con “los mejores”, como respetarlos y motivarlos; se conseguiría el máximo empeño en cumplir con sus cometidos día a día, como la “mejora continua”.

Al intentar conocer las mejores experiencias y prácticas a través de comunicarse con quienes las hayan logrado, lo que los “chats”, los “correos electrónicos”, las redes sociales; con la asistencia, participación y comunicaciones en jornadas, seminarios y congresos; el leer la última bibliografía y revistas profesionales, visitar con periodicidad las webs relacionadas con el ejercicio laboral, las “clásicas” llamadas telefónicas a los “compis”, para contrastar pareceres, etc.

Claro está, lo más “cómodo” y “sanchopancesco” es “no hacer nada”, así no me equivoco, “no me canso”, nadie me “tiene inquina” por ser un trabajador “modélico”, no hago trabajar a los “colegas”, lo que me lo agradecerán y encima les caeré “mu simpático y mu guay”.

Y luego nos preguntamos, muy hipócritamente, por cierto, por la despoblación, por la falta de atractivo del personal y territorio para que lleguen las inversiones y un larguísimo “rosario” de “lamentaciones jeremíacas”.

La perfección es “ad infinitum” de las administraciones públicas, especialmente de las de naturaleza y ámbito local; téngalo presente en su quehacer cotidiano. Y cumplan con rigor, con esmero, con objetividad, con afán de superación, para servir más y mejor a la ciudadanía, a la actividad económica y empresarial, lo que impulsará el empleo, el crecimiento, la felicidad en suma, que es lo que se pretende lograr en este “valle de lágrimas”, que lo es, en buena parte, por las deficientísimas actitudes y aptitudes de muchos; y lo peor, que son conscientes de ello y no tienen intención de remediarse, de “hacer propósito de la enmienda”.

Sin planificación estratégica y gestión de los recursos humanos en las administraciones públicas van al desastre, y la sociedad y la economía al caos. Para evitarlo, el proyecto de Real Decreto-ley por el que se aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública y para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, los considera como instrumentos de gestión pública.

¡Paisanaje¡

Marcelino de Zamora