No podemos dormirnos en los laureles cada vez que la autoridad sanitaria nos dice que la curva de la pandemia se estabiliza o cae. El bicho está ahí, esperando la relajación de las restricciones para hacer acto de presencia y liarla parda. No podemos relajarnos. Tenemos una experiencia muy desagradable y no muy lejana en el tiempo. Fíjese si no qué pasó con la relajación estival. Con la llegada del verano creímos que el bicho se tomaría vacaciones y ahora estamos pagando las consecuencias. Y eso que nos avisaban constantemente de la segunda ola como ahora nos avisan de la tercera. Ya sabemos que en el horizonte del nuevo año hay una, tres o varias vacunas esperando, lo cierto es que todo está tan en el aire, un poco difuso, que no podemos ponernos a lanzar cohetes.

De aquí a los días centrales de la Navidad, no queda tanto, vamos a tener que escuchar muchas recomendaciones que nos pondrán en situación de alerta. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) alerta de que habrá una mayor tasa de hospitalizaciones en cao de levantar las medidas por Navidad. Lo mejor que podemos decir este año es, dándole la vuelta al conocido eslogan, ‘por favor, no vuelvas a casa por Navidad’. Nada digo si hay sospechas de algún tipo relacionadas con la Covid. Hay que dejarlo para cuando la autoridad competente avise de que ha pasado el peligro.

Las posibles consecuencias del levantamiento de las restricciones actuales durante el periodo navideño no son nada halagüeñas, por lo tanto no nos hagamos ilusiones. Ya sabemos lo que ha dicho el Ministerio de Sanidad al respecto. Porque si hacemos de nuestra capa un sayo, es decir lo que nos dé la gana, corremos el riesgo de que entre el 24 de diciembre y la primera semana de enero aumenten las hospitalizaciones. Entonces sí que daremos al traste con las Navidades que algunos se prometen tan felices, como si aquí no hubiera pasado nada cuando, en realidad, sigue pasando tantos.

Qué más da lo del número de comensales en la mesa de Nochebuena o en la comida de Navidad. Hombre, quienes estén solitariamente solos, puedo comprenderlo, pero dos, tres y cuatro convivientes no son una mala cifra para experimentar todo lo que sueñan sobre las fiestas venideras. Hay un baile de fechas impresionantes para situar la tercera ola. Dice la ECDC que si las restricciones se levantan antes del 7 de diciembre, el incremento de las hospitalizaciones podría comenzar antes del 24 de diciembre en la Unión Europea. No podemos permitirnos fallos como los del verano.