“Hay en cada uno algo único y hay que dejar que esa llama de la diferencia se manifieste”. Pablo Coelho.

Lo primero que nos surge al tratar un tema, es analizar su significado. Me viene a la memoria, la frase del filósofo Epicteto de Frigia que dice así: “Initium doctinae sit, consideratio nominis”, o lo que es lo mismo, que lo primero que hemos de considerar es el estudio del nombre, esto es, en el caso presente de la autenticidad.

¿Qué es ser auténtico? Todos tenemos una noción, más o menos clara, de lo que es ser auténtico, que no es ni más ni menos, que ser fiel a uno mismo y vivir de acuerdo a nuestros principios y valores adquiridos por formación familiar, educación, cultura religiosa, etc...

La sociedad actual, como bien sabemos, tiende a uniformarnos y es la propia inercia la que, si no somos un poco cautelosos, nos conduce a formar parte de la masa social uniforme.

Ser auténtico es ser uno mismo y tener un alto concepto de la libertad; cuando somos nosotros mismos, con nuestro defectos y virtudes, es cuando somos realmente auténticos.

No olvidemos la frase: "La verdad os hará libres".

Hemos de ser conscientes de que cada uno poseemos unas cualidades y habilidades únicas e irrepetibles.

Leía, hace unos días, un artículo que me llamó la atención, referente a que nuestra sociedad actual educa en metas y a los empleados se les fijan objetivos; todo parece ser con la finalidad de buscar el éxito ganar dinero, en muchos casos renunciando a la felicidad. Nuestro objetivo debe ser “Más ser y menos tener”, esto es, lo opuesto a aquello a que nos invita la sociedad actual; por tal motivo, debemos estar muy atentos para no caer en la trampa que nos brinda la sociedad del éxito, de ser los primeros en todo, los más guapos, los más ricos, los más infelices, los más vacios en todo. Si eso te produce satisfacción ¡Adelante! y a permanecer atrapado por la sociedad del consumismo.

Creo humildemente que, la sociedad actual, y mis lectores habituales, saben perfectamente, porque lo he manifestado, en varios artículos, nos está acostumbrando al postureo, a la apariencia y al tener, cuando lo verdaderamente interesante es analizar nuestro interior y para ello necesitamos tiempo y capacidad de autoanálisis, debemos dedicar tiempo a conocernos mejor y tomar la dirección que nos conviene, teniendo siempre presente lo que es verdaderamente importante para nosotros. Reflexionemos sobre la frase que nos dice: "Todos ven lo que aparentas, pero pocos ven lo que realmente eres".

La verdad solo molesta a quien aparenta ser lo que no es.

No hemos de romper absolutamente con todo lo anterior, pero sí percatarnos de que hemos de vivir de acuerdo con lo que verdaderamente sentimos y es importante para nuestra felicidad, en conclusión, valorar más el ser que el tener.

El disponer de tiempo libre para dar un paseo, leer, escribir, tener libre un fin de semana para ir al campo, no tiene precio.

Nuestras aficiones no pueden ser aparcadas a causa del ritmo frenético que nos impone la vida diaria, el trabajo; pensemos que todo puede esperar un poco, y, hemos de tener tiempo para nosotros.

Cada día tiene su afán y no podemos estar preocupados constantemente por lo que pueda acaecer en el futuro, pues, entramos en una espiral que es un sin vivir y nos conduce al estrés, a la ansiedad y a perder la salud.

Trabajar sí, pero disfrutar también.

Pedro Bécares de Lera