Lo peor no es que los Presupuestos del Estado para Zamora sean una “burla” (Zamora 10 dixit), “decepcionantes” (Coordinadora Rural), “frustrantes” (Francisco Guarido), “insatisfactorios” (Luciano Huerga), “nefastos y adulterados” (PP)…, lo peor es que ya lo sabíamos (pero no queríamos verlo), ya sabíamos que Zamora no iba a recibir más que migajas del papá Estado porque no existe para el Gobierno Central, que ahora controlan PSOE, Podemos, independentistas y nacionalistas. Lo peor es que nunca ha existido para los gobiernos de Madrid y apenas ha sido entrevista por los de Valladolid. Zamora está en la esquina más escondida del mapa, el número de electores se queda por debajo de 170.000, ya casi hay más pensionistas que trabajadores, es una provincia que resta.

¿Pero por qué nos habíamos hecho ilusiones? ¿Por qué todavía algunas y algunos cuando Pedro Sánchez sacó pecho hace poco menos de un año en el Ramos Carrión y dijo aquello de que “Si gobierna el PSOE Monte la Reina será una realidad” lo creyeron? ¿Es que todavía quedan mujeres y hombres ingenuos en esta provincia? ¿Es que todavía alguien cree las promesas de los políticos? ¿Dónde están los 85 millones para reabrir el campamento militar, donde la partida para desdoblar la N-122 hasta Alcañices? ¿Dónde están los fondos para el Mercado de Abastos de Zamora, la muralla, la cárcel, el Puente de Piedra, la depuradora de Carrascal, el Museo de Semana Santa…? ¿Dónde el dinero para poner en marcha el polígono Puerta del Noroeste en Benavente…, dónde? En el limbo, en la faltriquera del engaño.

Lo que sí está en los “presupuestos más expansivos” de la democracia es la criminalización del azúcar, o sea un palo para Toro y su alfoz. Basta ya de promesas electorales. Que el próximo que venga al Ramos Carrión a prometer cosas, que lo firme ante notario. Y si no cumple, habrá que llevarlo a los tribunales, ¿es lo justo, no?

Llevan años engordando los presupuestos con los fondos para el AVE… a Galicia. Ahora que ya se han acabado, queda al descubierto el pozo sin agua. A partir de ya la estrategia está clara: el Ministerio de Transición Ecológica va a invertir 2.500 millones de la UE para impulsar el desarrollo en zonas despobladas. ¿Todavía alguien se cree que vamos a tener un trato preferencial? A otro perro con ese hueso.