Vivimos tiempos de incertidumbre hacia el futuro y creo que es necesario intentar saber qué pasa, por que pudiera ser que la Realidad sea más amplia de la que nos cuentan, centrada casi en exclusiva en la política. Así cuando empiezas a “conocer”, empiezas a ver que hay algo más profundo que marcará inevitablemente nuestras vidas y que se aleja de la asfixiante algarabía política.

Lo que pasa es una mezcla de cuatro cosas: crisis climática, ecológica y energética y crecimiento exponencial de la población, todo ello, dentro de un lugar finito, nuestro planeta, donde hemos sobrepasado los límites. Así, de la crisis climática se deriva el cambio climático que puede poner en jaque nuestra propia existencia en este siglo. De la crisis ecológica se derivan cosas como el Covid. De la energética, el petróleo ha sido la base de ese crecimiento que hemos conocido, tanto de población como económico, y éste da lo que puede dar y el límite de producción lo hemos dejado atrás y ahora toca retroceder, es decir, decrecer y pudiera ser de forma brusca y permanente. Y la “cuarta cosa”… en 1950, éramos 2500 millones de personas; en 1960, 3000 y en 2022, seremos 8000 y esto no hay planeta que lo aguante cuando sobrepasas los límites.

Así, cuando empiezas a “conocer” los ingredientes de estas cuatro cosas caes en la cuenta que quienes hemos vivido los últimos 50-70 años, en los países con cierto desarrollo, hemos sido una especie de Generación Langosta, porque hemos arrasado con muchísimo y nuestro “éxito” ha sido debido a nuestra voracidad y a la gran disponibilidad de energía abundante y barata, en especial, la del petróleo. Esos niveles nunca más los tendremos aunque no se quiera/sepa ver.

Además de nuestra voracidad con el planeta, hemos contaminado lo que da soporte a nuestras vidas (el agua, los suelos, el aire, etc) creyéndonos dioses con nuestra magia tecnológica, sin pensar en nuestros hijos y el mundo que les dejamos, ni en el resto de animales y plantas con las que compartimos la Vida y que nos sostienen como especie.

Y qué se quiere hacer, pues vender soluciones falsas, llámense coche eléctrico, hidrógeno, New Green Deal, etc. Hace 30 años nos “empaquetaron” otra falsedad llamada “Crecimiento Sostenible” y juzguen ustedes, lo bonito que está el hogar dónde vivimos y dónde vivirán nuestros hijos, a los que les estamos fallando y apenas queda tiempo para que podamos replantear otra cosa alejada de este sistema suicida capitalista.

Ramón Rodríguez Sanz