Además de por este puñetero bicho, que ha vuelto por sus fueros, y que no quiere marcharse, en España los pacientes también fallecen a causa de otras patologías a las que no se da prioridad frente al COVID, de otras patologías igual de graves que, tratadas a tiempo, no tienen por qué representar un peligro para quienes las padecen. La ausencia de citas presenciales está dando muchos quebraderos de cabeza. Comprendo a los médicos pero también entiendo a los pacientes. Y, otra vez, en el Complejo Asistencial de Zamora se están relegando a un segundo plano las citas presenciales que se sustituyen por una llamada telefónica más o menos efectiva, eso se verá con el tiempo.

Me viene a la memoria la burgalesa Sonia Sainz-Maza, de 48 años, que falleció en agosto pasado de cáncer después de esperar durante tres largos meses a que su médico de atención primaria le diera una cita presencial en el Centro de Salud burgalés al que pertenecía. No le dieron opción a poder luchar como la jabata que era, contra ese enemigo que se había instalado en su vida, en su salud, derrotándola por falta de un diagnóstico. Tenía un dolor en la ingle que ella asociaba a un tirón cuando realmente se trataba de los primeros síntomas del cáncer de colon que padecía sin saberlo.

Me parece tremendo que se puedan dar de lado ciertos padecimientos, ciertos síntomas que no auguran nada bueno. Si nuestros médicos y sanitarios en general están convenientemente protegidos, siguen los protocolos y el enfermo de que se trate no es positivo en coronavirus, ¿por qué no se le hace el correspondiente seguimiento al malestar, al dolor, a lo que sea que presente? No se puede dejar de la mano de la Sanidad Pública, la mejor sin duda alguna, a pacientes con distintas patologías que de no constituir peligro alguno pueden convertirse en mortales al no ser tratadas convenientemente.

Casos como el de Sonia volverán a repetirse. Se da prioridad, como no puede ser de otra manera al bicho que ha provocado una pandemia, y se deja de lado todo lo demás y eso no puede ni debe ser así. El COVID se ha llevado por delante a mucha gente pero mucha de la gente que ha fallecido en los últimos meses, no ha sido precisamente a causa del grave problema que nos azota en forma de segunda oleada. Y ese miedo se ha instalado en muchos pacientes con distintos problemas, corazón, riñón y con problemas de diabetes, a pesar de la buena labor de prevención que desarrolla la Asociación que preside Eusebio Díez Pinilla.