La Ley Montoro está muerta ¡nadie la defiende ya! / El virus de la pandemia la acabó de rematar. Nacida de aquella crisis, la de la deuda estatal / que a cualquier ayuntamiento no hizo más que asfixiar: / con la ley de gasto que era para no poder gastar / aunque las gentes del pueblo sufrieran necesidad; / con los recortes en gastos de inversión y personal / para cumplir objetivos de la cuenta nacional / que Europa nos demandaba de “racionabilidad” / para pagar a deudores el Gobierno Popular. / Que era el PP quien mandaba en la España nacional / y en Zamora obedecían sumisos sin rechistar. “¡Respeto a la Ley Montoro!” Clamaban en la ciudad / cuando osaban criticarla en Palacio Provincial. Veinticinco diputados en la Dipu Provincial, / de ellos trece en mayoría del Partido Popular / más uno de ciudadanos que de Presidente está, / defendían cual Bellido Dolfos héroe medieval / no a su tierra si de fuera la venían a cercar / sino a quien les ordenaba desde el Gobierno Central. / Si desde IU denunciaban que no tenían que ahorrar / mientras el pueblo en Zamora no dejara de menguar / porque no tenían los jóvenes donde poder trabajar / porque se quitan servicios y te obligan a emigrar… “¡Defendemos a Montoro y al Gobierno Popular!” / Contestaban con firmeza y mucha rotundidad. Y sus voces se extendían más allá de la ciudad, / en los pueblos y comarcas de la tierra provincial, / donde vecinos se alzaban porque les querían cerrar / consultorios como escuelas para comarcalizar. / Igual que a niños llevaron al cole en el autocar / quieren hacer con vecinos, éstos de cualquier edad. / Que la salud cuesta mucho y aquí tenemos que ahorrar / esta vez para el Gobierno que hay en la Comunidad / “¡Enfrente del consultorio nos vamos a concentrar!” / Los del pueblo ya no callan, se empiezan a rebelar. “¡Defendamos a Montoro y al Gobierno regional!” ¡Viva la ley que a los pueblos por fin nos obliga a ahorrar! Mas la historia que es cambiante aunque haga tropezar / siempre con la misma piedra como hace la humanidad / hizo que el pueblo de España se decidiera a votar / a otros partidos distintos en el Gobierno Estatal. / (Que antes con su mayoría y de manera legal / moción de censura hicieron al Partido Popular) / Pues fue cambiar el Gobierno del Partido Popular / y gobernar perroflautas de la izquierda radical / para que los diputados del Palacio Provincial / que hasta entonces en sus arcas se habían dedicado a ahorrar / como imponía Montoro y su ley de estabilidad / se levantaran en gritos contra la injusticia tal / que prohíbe al ayuntamientos gastar en necesidad / lo que es de los vecinos, no del Gobierno Estatal. “¡Defendamos nuestros pueblos frente al Gobierno estatal!” / Suspended la Ley Montoro un poquito nada más. Lo justo para que ahora ya nos podamos gastar / remanentes que Montoro con su ley nos hizo ahorrar / para echar una manita a aquel Gobierno Central / que antes era de los nuestros y ahora radical, / social, comunista, encima para que sea más fatal, / con apoyo de quien quiere con el Monarca acabar. / Con el de ahora, que el otro al Golfo se fue a pasar / la jubilación ganada del Bribón en otro mar. / De repente hemos mirado nuestra tierra al gobernar / y hemos visto que en Zamora no estábamos para ahorrar: / que el dinero de la caja nos tenemos que gastar / en carreteras, caminos, penosos de transitar, / en los pueblos aún sin agua potable, no de regar / de esa que sólo se usa para la electricidad. / Si Zamora necesita como agua desarrollar / los servicios, medioambiente, su riqueza natural. /

Aquí no hay que ahorrar dinero y nos debemos gastar / lo que es nuestro, y al Gobierno no debemos ni prestar / ni un euro de los ahorrados aunque nos devuelvan más. “¡Me quitan los remanentes que Montoro me hizo ahorrar!” / Pues pasemos de la Ley, nos vamos a rebelar. Insumisos al Gobierno y a su Ley que es Popular, / los que en el Palacio Viejo de Zamora capital / deciden por la Provincia, antes que había que ahorrar / (porque mandaban los nuestros en el Gobierno central), / alientan a los alcaldes de la tierra provincial / a desobedecer leyes que hicieron sin rechistar / porque perjudican mucho a nuestra zona rural. / La Institución se echa al monte de donde hubo de bajar / para disponer del cargo de “diputao” provincial. / Piden incumplir las leyes del partido Popular / y gastar los remanentes a lo loco y sin pensar / “Kale Borroka” dirían si otros en su lugar / lo hubieran hecho cuando ellos no hacían más que ahorrar / en contra del interés de toda la vecindad. / Como disculpa nos dicen que ahora se debe gastar / porque obliga la pandemia, mas mentira es, no verdad. / Porque el virus no ha afectado ni a la red provincial / de carreteras ni de agua, ni a las obras donde van / millones de remanentes que no quisieron gastar / cuando en España mandaba el Partido Popular. ¡Olvidad la Ley Montoro! Que ahora no conviene hablar. Echemos todas las culpas al Gobierno radical. Gobierno de comunistas, dicen para desgastar. /

Elegido por el pueblo, y por lo tanto legal. / Gobierno de perroflautas, no nos importa ¡qué va! / que así nos digan quien quiere sobre todo despistar. / Porque ha legislado y ahora hay un Ingreso Vital / Mínimo, sí, pero llega a quien lo pasa muy mal. / Porque cuando la pandemia nos ha llevado a cerrar / los comercios y oficinas, las fábricas y hasta el bar, / con los ERTES se mantuvo el empleo y patronal. ¡Quitad el techo de gasto! Montoro no manda ya. Y al ver que el ayuntamiento y cualquier ente local / se gastaba en la pandemia lo que ha tenido que ahorrar / y hasta lo que no tenía para a su pueblo ayudar / el gobierno perroflauta, comunista y muy social / ha dicho que ya suspende la ley de gasto estatal / para que en cada pueblo y también en la ciudad / quienes ha elegido el pueblo con responsabilidad / sean libres con lo suyo para en lo suyo gastar, / en lo que necesitaban porque es de necesidad. Por eso yo les decía al empezar a cantar / este romance de esta historia que al Romancero no irá: / “¡Que la Ley Montoro ha muerto! –dan voces en el erial- /

Muerto la ha quienes la hicieron, el Partido Popular. Que en la Zamora rebelde y que no se va a callar / los hijos de Arias Gonzalo junto con Bellido y más / han abierto consultorios de nuestra zona rural. / Y hasta vuelven zamoranos que tuvieron que emigrar / a la ciudad y a los pueblos donde les vimos marchar / con lágrimas en el alma que no podían mostrar / por la familia y amigos de la patria de verdad: / la patria de mis hermanos que aspiran a trabajar. / La pequeña patria chica que es la patria de verdad.