Hola duende, viejo amigo. Sé que hace unos días saliste de tu mundo de fantasía y, revoloteando, revoloteando, entraste por azar en la provincia de Zamora. Recorriste sus comarcas de arriba abajo y lo que allí viste te impresionó profundamente, tanto que aún hoy sigues maravillado. Hombres y mujeres, jóvenes y mayores, funcionarios, obreros, autónomos, empresarios, jubilados. Todos juntos bajo la misma pancarta expresando con firmeza su cabreo y hartazgo ante la pasividad de algunos. Tal era la visión, inesperada y sorprendente en un pueblo tan poco dado a los excesos como es éste pero, ¿acaso no sabes que la sanidad rural está hecha unos zorros? Pobre duende ingenuo…, de qué te sorprendes.

Con la declaración del Estado de Alarma allá por el mes de marzo los consultorios médicos se cerraron. Se trataba de una situación excepcional provocada por el Covid 19 que la mayoría de nosotros entendimos, sin embargo, este argumento no puede ser utilizado para encubrir el desmantelamiento de la atención sanitaria rural. Sí, porque el Estado de Alarma se levantó y los consultorios, a pesar de lo que diga la Junta de Castilla y León, siguen cerrados … ¡Si lo sabré yo!

Quizás el deterioro de la sanidad pública empezó hace años con los recortes presupuestarios y la consiguiente falta de profesionales. O, tal vez, sea más sencillo y realmente el fin de la asistencia presencial en el mundo rural y la implantación de la atención telefónica en su lugar obedezcan a delirantes estrategias políticas. No sé… ¿Y si todo se redujera a la incapacidad de la Junta, a una gestión inadecuada o a la incompetencia de algunos? Podría ser, ya digo. En cualquier caso, habrá que tomar medidas. ¡Esto no puede seguir así! La sanidad pública debe ser igual para todos, absolutamente para todos, independientemente del lugar que uno habita. Este principio es irrenunciable, por ello te pido que vueles rápido a Valladolid, duende, y con el debido respeto hagas llegar al sr. Presidente de la Junta de Castilla y León el desamparo sanitario en el que se encuentra la zona rural zamorana.

¡Vete rápido, duende! Vuela ya y dile al sr. presidente que en temas de salud los criterios médicos deben tener prioridad sobre cualquier otro. Con el debido respeto, hazle entender lo inaceptable de la situación y pregúntale que hasta cuándo el desatino y la apatía de sus diferentes consejerías. Somos un pueblo estoico, paciente y sufrido donde los haya, pero estamos cansados de tanta arbitrariedad.

Dile también al sr. presidente, con el debido respeto, eso sí, y como máximo responsable de nuestra Comunidad, que la Zamora rural seguirá luchando por su salud. Yo, por mi parte, estaré en contacto con la Junta para mantenerla puntualmente informada desde esta columna de cuanto acontezca.

No hay tiempo que perder, duende. ¡Vuela! ¡Vete ya !