Se llama Alberto Rodríguez. Su nombre no dice nada a la mayoría. Si le digo que es el secretario de Organización de Podemos que sustituyó en el puesto a Pablo Echenique, a lo mejor, empieza a darle forma. Pero si ya le digo que se trata del diputado canario que lleva rastas y aspecto desaliñado porque hay que dar la nota y mejor si se da en el Congreso, seguro que ahora ya le pone rostro. Este chico está siendo investigado por el Tribunal Supremo por atentado a la autoridad y lesiones en relación a una protesta contra la Lomce en la tinerfeña localidad de La laguna. Protesta que se produjo en enero de 2014, coincidiendo con la visita al municipio del entonces ministro de Educación José Ignacio Wert, que al pertenecer a un Gobierno del Partido Popular tenía todas las papeletas en el bombo para ser insultado e incluso agredido por los radicales, por la extrema izquierda podemita. Aquella visita acabó como el rosario de la aurora, con el lanzamiento de objetos a los agentes por parte de los manifestantes que lideraba este extremista.

Este joven que como todos los de su casta arremete contra todo lo que se mueve a la derecha, contra la clase media, contra la Iglesia, contra la sociedad de consumo, contra todo lo que no le conviene y se mete a fondo contra las clases pudientes y contra quienes mueven el dinero en España, resulta que vive como un dios menor, pero dios al fin y al cabo, con el dinero de nuestros impuestos, dinero público que debería ser sagrado.

El secretario de Organización de Podemos que ahora investiga la Justicia, asciende a un total de 86.024,40 euros al año como diputado del Congreso. Todos los diputados reciben un salario mensual de 2.972,94 euros mes, cifra a la que hay que sumar los complementos en función del cargo que desempeñan y la procedencia del parlamentario. El canario recibe un plus mensual de 1.921 euros por proceder de una circunscripción distinta a Madrid. No sé qué pensarán los mileuristas y sobre todo los ertados y los parados de larga duración. Porque, para más regodeo, este diputado en concreto es de los que va a la Cámara, cuando acude, a calentar escaño. Ni intervenciones brillantes u opacas, nada, no se le conoce actividad parlamentaria alguna, aunque como secretario de organización en Podemos pase con nota.

Aun descontando el obligado 20% que debe donar a su formación, aplicando el baremo más bajo, Alberto Rodríguez percibe un sueldo de 5.734, 96 euros mensuales que para sí quisieran muchas familias españolas con hijos.