Recientemente se han publicado los datos de empleo correspondientes al mes de agosto y como hemos podido comprobar el paro registrado subió en casi 30.000 personas y, el empleo del orden de 6.822 afiliados a la Seguridad Social.

Se puede apreciar, según las estadísticas, que aún siendo los datos del mercado de trabajo mejores que los de otros meses de agosto, de años pasados, no se ha conseguido mejorar la contratación laboral como se esperaba y hubiera sido deseable, pero la aparición de los rebrotes, ha supuesto un duro golpe, en sectores como el turismo y la hostelería, y lo que ello supone para la cruda realidad social y económica que nos toca y tocará vivir, que si Dios no lo remedia, presumo irá a peor, pues, esta situación no tiene visos de mejorar, al menos en fechas próximas.

A poco observadores que seamos nos percataremos que hay sectores como la asistencia domiciliaria, servicio doméstico y cuidado de mayores y la agricultura, especialmente en sectores como los invernaderos y recogida de fruta, que quienes realizan esas tareas son inmigrantes. Ignoro la causa por la cual no se quiere trabajar en el campo y en la ganadería

Es manifiesto que la tasa de paro crece hasta el orden del 15,5%, aproximadamente, con tendencia ascendente. Entre abril y junio el paro subió en 55.000 personas hasta un total de 3.368.000 personas. La destrucción de empleo es patente.

Ligado al tema del empleo está el futuro de las pensiones públicas de la Seguridad Social que, tras las vacaciones veraniegas, "la reforma exprés", se ha iniciado en el Congreso de los Diputados.

El miércoles, día 2 de septiembre, tuvo lugar el encuentro con el gobernador del Banco de España, como invitado y el jueves, día 3 de septiembre, tuvo lugar la reunión de los miembros de la Comisión del Pacto de Toledo, con Dª. Cristina Herrero, presidenta de la AIRef (Autoridad Independiente de la Responsabilidad Fiscal).

Es sabido que, sobre la Comisión del Pacto de Toledo, está la urgencia de pactar recomendaciones para la reforma del sistema público de las pensiones, especialmente a consecuencia de la crisis de coronavirus, pues, es necesario garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones de la Seguridad Social.

No podemos olvidar que estamos en presencia de un grave problema, ya estaba ahí antes de la crisis del coronavirus, pero que se había aparcado, ignoramos la causa.

Según declaraciones de la que fue ministra de Trabajo, Dª. Magdalena Valerio, actual presidenta del Pacto de Toledo, parece ser que existe un cierto acuerdo en la revalorización de las pensiones en función del IPC real y en traspasar a los Presupuestos Generales del Estado los gastos no contributivos.

El ministro Sr. Escrivá desea la aproximación de la edad efectiva de jubilación, que actualmente no llega a los 64 año de edad, para que llegue a los 67 años, en el año 2027 y tal vez para conseguir ese objetivo se tengan que endurecer las penalizaciones de las jubilaciones anticipadas o fomentar el retraso del cese en la actividad laboral mediante incentivos a la continuidad en el trabajo.

Parece ser que el sentimiento generalizado y ante la situación presente y futura del mundo laboral, nada halagüeña y, teniendo en cuenta que las últimas reformas legislativas en materia de pensiones de jubilación han ido y van en la dirección de aumentar los requisitos para el acceso a la prestación de jubilación, es jubilarse tan pronto se cumplan los requisitos, por lo que pueda venir... Una retirada a tiempo es una victoria.

En cuanto a la aplicación del denominado coeficiente reductor para los trabajadores con más de 40 años cotizados, el Sr. Escrivá, parece ser ha mostrado su disponibilidad, o, mejor dicho, predisposición, a corregir "una situación intrínsecamente injusta".

El tema de las pensiones, no lo olvidemos, es preocupante porque nos afecta a todos, esto es, a las generaciones de pensionista actuales, entre los que me encuentro y futuras, con la finalidad de tener garantizada una pensión digna.

Esperemos que los miembros del Pacto de Toledo lleven a buen puerto el tema de las pensiones y, actúen, poniendo en valor y analizando los pros y contras que han de tener como objetivo el mantenimiento de unas pensiones públicas dignas.

Soy consciente que las cuestiones a valorar son muchas y muy variadas, tales como, edad ordinaria de jubilación, sostenibilidad, solidaridad generacional, períodos anuales de cómputo para el cálculo de la base reguladora, jubilación activa y jubilación parcial.

Para concluir diré que es un tema sumamente delicado porque afecta al presente y futuro de las personas, cuyo único medio de vida son los ingresos de su pensión pública de Seguridad Social.

Cuando por parte de algún sector, se habla de los planes de pensiones privados es, en la mayoría de los casos, ignorar la realidad social de los trabajadores y, más en los momentos actuales que llegar a fin de mes no es tarea fácil, teniendo en cuenta los salarios actuales y la multiplicación de las necesidades creadas, que hacen que para muchas personas el ahorrar sea algo impensable. El tema da para una tesina, pero por razones de espacio, he de finalizar con la frase: "Sólo Dios sabe lo que nos sucederá mañana". ¡Ánimo y confianza en el futuro!

Pedro Bécares de Lera