No es cierto como se nos dice desde medios gubernamentales que la presión fiscal en España está muy por debajo de la media europea. Es la cantinela favorita esgrimida por la coalición socialcomunista, encabezada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Con su inmisericorde repetición sólo pretenden una cosa: justificar las subidas de impuestos que planea el Ejecutivo para pagar el despilfarro en el gasto público que asfixiará aún más a los contribuyentes. Hace tiempo que los españoles estamos a la cabeza mundial en esfuerzo fiscal, pero eso no se nos puede reconocer a la cara por si nos soliviantamos en masa. Y en masa, somos tremendos.

Cuando se oye hablar a Pablo Iglesias de ciertas cuestiones relacionadas con la economía es como para echarse a temblar. Habla de millones como usted y yo de calderilla, por eso con atribuir un importante montante económico en forma de impuestos al gasto social se cree justificado. Poco nos dicen desde el Gobierno de España sobre que solo Grecia, Italia y Portugal figuran por delante de España. El Gobierno ve en la fiscalidad la herramienta más importante para combatir la desigualdad y van a hacer lo posible y lo imposible por sacarnos hasta las entretelas.

Que no nos mientan más. Si el número de cargos que suponen una carga para España, con los que cuenta la política en España, fuera reducido, fuera inferior al número actual, otro gallo nos cantaría. España no puede seguir soportando la interminable lista de Diputados y Senadores, Parlamentarios autonómicos, Alcaldes, concejales, diputados provinciales, Cargos de confianza en Diputaciones y otras instituciones, Políticos contratados como cargos de confianza, políticos empleados en empresas públicas o con participación estatal, Políticos en la Unión Europea, en el Consejo de Estado, Observatorios y Entes asesores, Fundaciones públicas, sindicalistas liberados, cargos de designación…. Me pierdo en todo ese marasmo de instituciones y entidades que cobijan a un sinfín de personas de ambos sexos, que suponen cerca de quinientos mil puestos.

Todos ellos son los que se llevan calentito el dinerito que obligatoriamente pagamos en forma de impuestos. El índice de la presión fiscal como indicador impositivo no sirve para justificar la subida de impuestos del Gobierno, se pongan como se pongan y digan lo que digan. Sobre todo sabiendo que España es uno de los países europeos donde más esfuerzo tienen que hacer sus ciudadanos para pagar sus impuestos. Más incluso que Estados Unidos y Japón. Y eso pese a que España se encuentra en la parte media-baja de la tabla en cuanto a presión fiscal. El Gobierno necesita más ingresos públicos que obtendrá mediante IVA, IRPF y tasas medioambientales.