Dice el refranero popular que "un grano no hace granero, pero ayuda al compañero". Ese grano son los 120000 euros que el Ayuntamiento de Zamora destinará a bonos al consumo en comercios zamoranos y que financiará hasta el 50% de las compras. En estos tiempos, en los que el comercio de la ciudad vive una de sus horas más bajas como consecuencia de la crisis sanitaria, es indispensable que se realicen todos los esfuerzos para devolverle el pulso perdido. Aunque los cierres de las tiendas de grandes marcas, a los que se ha sumado "Massimo Dutti" en los últimos días, son los síntomas más llamativos de una alarmante realidad, existen numerosos comercios tradicionales que se encuentran una situación muy delicada y que requieren el apoyo de las administraciones y de todos los zamoranos y zamoranas para garantizar su supervivencia.

Inmersos en esta realidad, que va vaciando locales y desinflando la actividad económica de la ciudad, se cumple el primer año de gobierno en solitario de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Zamora. A lo largo de estos meses, los concejales del PSOE venimos insistiendo en la necesidad de propuestas concretas que reactiven el comercio local y que consigan insuflar el aliento necesario a los negocios de la ciudad. Un ejemplo de ello han sido los "Zamora Bonos", una propuesta sobre la que mis compañeras y yo hemos trabajado en los últimos meses. Una medida muy necesaria que parece ver la luz y que, aunque sea insuficiente por sí sola, sí que supone una apuesta esperanzadora por el comercio tradicional. Los bonos para reactivar el consumo de proximidad están siendo una de las medidas clave para recuperar las ventas de pequeños negocios en otras ciudades. Como hemos señalado en otras ocasiones, esta iniciativa se puso en marcha en varios municipios vascos, y se ha ido extendiendo en los últimos meses a otros municipios de la geografía española como Mérida, Burgos, Soria o Xátiva, obteniendo una buena acogida y unos resultados positivos allí donde se ha logrado materializar.

Sin el pulso de nuestros comercios, el pulso de la ciudad se irá desvaneciendo y perdiendo poco a poco. A los nuevos hábitos de consumo y a las compras por internet, se suman los efectos de esta crisis sanitaria, que empeorarán la maltrecha salud de nuestras tiendas, pymes y autónomos. Por ello es importante que esta medida no se realice de manera puntual y aislada y se complemente con otras que apuesten por la reactivación económica. A finales del año pasado, desde el grupo municipal del PSOE presentamos un "Plan de Dinamización del Comercio Local", donde señalábamos una serie de medidas que iban desde la creación de una Oficina de Mediación para favorecer traspasos y garantizar la continuidad de comercios tradicionales prósperos, el fomento de la participación de comerciantes a través del Consejo Sectorial de Comercio, las ayudas directas a comercios históricos, las campañas de promoción del consumo de cercanía y la formación en nuevas tecnologías y en formatos de venta a distancia. Esta última medida ha demostrado ser especialmente urgente, si tenemos en cuenta los cambios en los patrones de consumo que se producirán como consecuencia del coronavirus. En definitiva, el granero aún está por llenar y requerirá más dotaciones, actuaciones y propuestas que permitan asegurar la sostenibilidad futura del tejido comercial zamorano.

Este primer grano, a pesar de la exigua partida presupuestaria prevista, debe servir para combatir el pesimismo. Hay que superar la imagen de Sísifo, empujando estérilmente una enorme piedra que caerá sin remedio colina abajo, cuando pensemos en el horizonte económico de la ciudad. Si bien es cierto que no hay motivos para ser entusiastas, queda mucho en nuestras manos por hacer y por mejorar, y desde las instituciones municipales debemos liderar todas esas acciones. A diferencia de Albert Camus, que ve en el personaje mitológico de Sísifo un héroe del absurdo, no debemos resignarnos ni asumir que todo esfuerzo por reactivar la ciudad será vano e infructuoso.

El Ayuntamiento de Zamora debe ocupar esa primera fila, tanto el equipo de gobierno como los grupos políticos de oposición tenemos el deber de remar en la misma dirección y ayudar a sujetar esa piedra que, entre muchos brazos, será mucho menos pesada. Solamente con unidad lograremos transmitir la importancia de ser consumidores responsables, de consumir en nuestros barrios y de contribuir a través del consumo en el desarrollo de nuestra comunidad. La economía de nuestros hogares se sostiene gracias a esfuerzos domésticos y a sacrificios diarios y, grano a grano, el apoyo mutuo entre vecinos conseguirá que el comercio local zamorano salga a flote.

(*) Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zamora