Vemos con estupor que Zamora es excluida de un ente llamado Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa, que se creó inicialmente desde algunos sectores empresariales de Teruel, Soria y Cuenca, y que ahora recibe el apoyo de los presidentes de las Comunidades Autónomas para intentar recibir subvenciones, exenciones de impuestos y otras ventajas de Europa en la instalación de empresas.

Teníamos los zamoranos tanta conciencia de que formábamos parte de la España vaciada, que no teníamos en cuenta que hay quien nos gana hasta en lo malo. ¡Ay que ya nos advirtieron nuestros clásicos como Calderón de la Barca!: "¿Habrá otro, entre sí decía, más pobre y triste que yo?". Y se ve que nos ganan en pobres y tristes o "espabilaos", o sea en soluciones frente al despoblamiento que es de lo que se habla, tres provincias: Soria aguas del Duero arriba, Cuenca con su ciudad encantada y Teruel que existe.

Con menos estupor vemos que de las dos instituciones directamente implicadas -ambas gobernadas por los mismos partidos- la Comunidad Autónoma lo apoye olvidándose de otras provincias, y la Diputación de Zamora ni busque ni dé explicaciones, y mucho menos alce su voz indignada por el apoyo a unos y la exclusión a los demás.

La primera reflexión ante esto es la de lo indefinido del calificativo que da nombre a la Red: "escasamente" pobladas. No vacías, ni desérticas, ni vaciadas, sino pobladas con escasez. Aquí cabe todo, desde un roto a un descosido: de ahí que nuestros representantes sociales y económicos enarbolen datos tan razonables como la pérdida de población galopante, el envejecimiento de los que quedamos, y hasta los costes del mantenimiento de los servicios que aceleran la despoblación. Todo para demostrar que Zamora está escasamente poblada y casi despoblada.

Otra reflexión tiene que ver con el territorio que se tiene en cuenta, en este caso la provincia. Hace unos días en este diario se valoraba que Zamora capital suponía un "lastre" para formar parte de esta Red porque aumenta la media de población aunque pierda más gente cada año. Podría tenerse en cuenta las comarcas en lugar de la provincia, o los municipios, o como hace años la Comunidad entera, cuando llegaban los fondos europeos por la pobreza de provincias como Zamora y Soria, pero se gastaban en Valladolid porque pobre era toda la región, ¿recordáis? O podríamos romper la baraja de los límites de las fronteras y hablar como hacen los estudiosos de la geografía infinita, de Unidades Territoriales escasamente pobladas como la Serranía Celtibérica o las Tierras de Duero, y muchas otras que incluyen distintas comarcas, provincias y comunidades.

La tercera reflexión es casi dogma de fe: la sociedad va por delante de la política entendida como poder. Y por eso allá se han ido a Peñafiel donde se reúne la España vaciada este fin de semana la Coordinadora Rural de Zamora y Zamora 10 (de la que forma parte la CEOE que incluye a Soria). Con datos, razones y banderas para intentar formar parte de esas áreas escasamente pobladas que pueden recibir alguna ventaja.

¡Claro que la sociedad va por delante de la política! Como no hace mucho los zamoranos se fueron a las manifestaciones de la España vaciada; como hace años el pueblo tomó el cuartel Viriato, vaciado de militares como Montelarreina; como hace menos años se tomaron las plazas -en Zamora la de la Constitución- para bautizarla como la del 15-M, para denunciar que los jóvenes no encontraban futuro y menos aquí; como se tomaron las calles para decir "No a la guerra" cuando el Gobierno nos metió de lleno en la de Irak; como sigue el ruido de tractores contra la PAC para el que no trabaja la tierra.

En este verano de rebrotes de pandemia, la sociedad zamorana que va por delante de sus representantes políticos, ha vuelto más que nunca a los pueblos donde tiene una segunda residencia que a veces es la primera de la familia que tuvo que emigrar. Son los zamoranos de la diáspora quienes mantienen los datos turísticos de este año, y ponen de manifiesto la importancia de las segundas residencias para mantener vivos los pueblos y los servicios que se prestan en ellos.

Esta situación, acentuada por el miedo a viajar provocado por el coronavirus, está demostrando que se puede atraer gente a los pueblos vinculando a los habitantes de las zonas rurales y de las urbanas, para que puedan venir también los foráneos y sus familias durante los periodos de ocio y vacaciones. Ya lo están haciendo en otras zonas de la región como Soria, Burgos y Ávila, y de España como en Cuenca y Teruel, y muchas más.

En Zamora es un movimiento espontáneo, como corresponde a la sociedad no organizada, pero en las provincias citadas se ha promovido desde asociaciones y municipios, y se ha llamado "Proyecto Arraigo". Se han alquilado e incluso rehabilitado viviendas para unir a la población rural y urbana con aficiones, habilidades, deporte, cultura, vida sana y entretenimientos, que son compartidas por ambas. Con ello "se comparte tu pasado, se da vida a tu pueblo" -nos dicen-. Se mantienen las casas, de mantiene la vida, se crea un arraigo con el pueblo que pasa a ser "su pueblo". Todos conocemos esos casos de quienes se compran una casa en el pueblo y son más de allí que el alcalde. Y llegan a ser alcaldes incluso.

Pues hace dos años, oída la sociedad, los de IU hicimos esta propuesta en la Diputación. Entonces la sociedad iba muy por delante de la política. Quizás este año con el aumento de los turistas de segunda vivienda, se quiten las orejeras -no las mascarillas- para ver que si lo hace el pueblo puede ser una buena idea contra la despoblación. Volveremos a la carga, cargados de más razones.

Todo por si falla lo de poder ser "escasamente poblados", y seguimos "escasamente vaciados" por culpa de la capital? Y sobre todo para no ser nunca escasamente reivindicativos.