Un mail del profesor F.J. Hernández (Universidad de Carleton. Canadá) me notificaba la triste noticia del fallecimiento del Dr. Linehan. La esposa de Peter le pidió que lo notificara a sus amigos. Es difícil resumir la personalidad y oficio de uno de los mejores historiadores de la Iglesia del siglo XIII. Confieso mi suerte de poder haberle conocido en sus numerosas visitas veraniegas al archivo catedralicio de Zamora y, más tarde, publicar el libro de don Suero con él.

El historiador Peter Linehan ha fallecido el día 9, a causa de un problema cardiaco. Nació en Londres, el 11 de julio de 1943. Llegó a Cambridge en 1961 para estudiar Historia. Este hispanista inglés, especialista en Historia Medieval, fue alumno, profesor y decano del Saint John's College de la universidad de Cambridge, así como miembro de la Academia Británica y de la Real Academia de la Historia española. El 20 de septiembre de 2018 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid.

Peter Linehan fue un historiador difícilmente de encasillar en una escuela histórica o corriente historiográfica. Se ocupó de la cuestión de la redacción de sus obras, su estilo. Para él, "la historia es, por encima de todo, comunicación. Tienes que captar la atención de lector, al que tienes que visualizar mientras escribes". En la reflexión sobre su oficio, en la entrevista efectuada por Juan Manuel Valero, afirmaba que "ante el planteamiento de elegir entre la historia entendida como narración de relatos o la historia como resolución de problemas, en realidad, no son actividades alternativas, sino prácticas complementarias, que la una sirve a la otra".

Fue un alumno agradecido. Me comentó, en más de una ocasión, la influencia del buen magisterio de sus profesores de Cambridge, entre los que se encuentran Walter Ullman, Christopher Cheney, Raymond Carr, y su tutor Ronald Robinson, a quien dedicó su libro sobre Las Dueñas. También contó con la amistad y la colaboración de F.J. Hernández con quién publicó la excelente biografía del arzobispo de Toledo, el cardenal don Gonzalo Pérez Gudiel, en The Mozarabic Cardinal: the Life and Times of Gonzalo Pérez Gudiel (2004).

Entre sus obras de referencia obligada se encuentran History and the Historians of Medieval Spain, Oxford: Clarendon Press, 1993. Publicada en español con el título Historia y los historiadores en la España medieval, Universidad de Salamanca 2012. Así como también su personal contribución a la Historia de España, dirigida por John Lynch, con su volumen VII: España, 157-1300. Una sociedad desorganizada para la guerra, Oxford 2008- Barcelona 2009.

Este medievalista inglés ha sido el hispanista que más ha estudiado la historia medieval zamorana. Su vinculación con el Archivo catedralicio de Zamora fue muy temprana. La inició cuando preparaba su tesis doctoral, investigando en profundidad los documentos pontificios del siglo XIII, rastreando los pasos de los legados pontificios en las diócesis españolas. Posteriormente publicó su tesis con el título: La Iglesia Española y el Papado en el siglo XIII, Salamanca 1975.

Esta primera experiencia con Zamora no se le olvidó, y pude escucharle en su discurso de investidura de Doctor Honoris Causa, cuando recordaba cómo "mi primera experiencia en los archivos, en agosto de 1966, levantó sospechas a la policía de seguridad de Zamora? Cuando les expliqué que a lo que me dedicaba en pleno agosto era a la "investigación", se les ocurrió que yo era un espía. También en León me acusaron de espionaje", p. 32.

Fue un historiador que valoraba tanto los archivos como la labor de los archiveros. Reconocía el gran avance de los archivos eclesiásticos desde los años 60 y 70 a la actualidad. Me comentaba con su ironía personal cómo, en aquellos años, el problema no era localizar el archivo sino encontrar al archivero. En conjunto, su apreciación por estos centros de información fue altamente positiva.

Su primera monografía sobre la historia medieval zamorana fue dedicada a las dominicas zamoranas. La primera edición fue en inglés con el título The Ladies of Zamora, publicada por la universidad de Manchester en 1997. La edición española se tituló Las Dueñas de Zamora, Barcelona 2000. El objetivo de esta obra fue reconstruir el proceso de instauración de los mendicantes a principios del siglo XIII, irrumpiendo en el "delicado equilibrio ecológico de la sociedad occidental". Su gran aportación fue revalorizar la microhistoria. Y así poder observar, cómo sucesos locales y distantes, gracias a la infraestructura eclesiástica integradora, pueden llegar a influir en la destitución de un Maestro General de la Orden de Santo Domingo, como fray Munio de Zamora por Nicolás IV en 1291.

Otro libro tuvo como protagonista al obispo de Zamora don Suero Pérez, elaborado con José Carlos de Lera: Las postrimerías de un obispo alfonsino. Don Suero Pérez, editorial Semuret, Zamora 2003. Nuestro objetivo fue reconstruir la figura del obispo y del hombre a través de sus propios testimonios, como los constituyen su testamento y su memorándum, elaborados por el propio prelado al final de su vida.

En el Segundo Congreso de Historia de Zamora colaboró con la ponencia: "El cardenal zamorano don Gil Torres y la sociedad zamorana de la época", Segundo Congreso de Historia de Zamora. Actas vol. 2, Instituto de Estudios Zamoranos "Florian de Ocampo. 2007, 69-89.

Por último, también supo explotar científicamente algunos de los diplomas custodiados en el catedralicio zamorano, que tienen una dimensión supra local como la hermandad de obispos y abades contra Alfonso X, el 4 de mayo de 1282, con el título "El cuatro de mayo de 1282" Alcanate IV (2004-2005) 147-166. Y el estudio sobre el nivel jurídico de los obispos de Zamora Martín I y Martín II en "Un quirógrafo impugnado. Zamora y la cultura jurídica zamorana a comienzos del siglo XIII", Anuario de Estudios Medievales, 39/1 (2009) 127-176.

Su legado ha sido el fruto de una sólida formación, trabajo inteligente y, sobre todo, su pasión por la investigación.

Mis más sinceras condolencias a su esposa Christine, a sus hijos Gabriel, Frances y Samuel, y también a Oliver, su primer nieto que era aficionado del Real Madrid cuando era un niño.