Las encuestas pronostican que el 12 de julio las elecciones en Euskadi y Galicia volverán a ofrecernos el triunfo de dos opciones de derechas. Con una diferencia sustancial. En Euskadi ganará la derecha nacionalista de tradición democrática y base social católica que hubo de exiliarse durante la dictadura franquista. Mientras que en Galicia volverá a ser preponderante la derecha populista que lideró Manuel Fraga, que fue ministro durante ese mismo periodo histórico. Para entendernos, el PNV y el PP. El fenómeno se ha repetido con los años salvo unos breves paréntesis (Patxi López y Touriño). En Galicia, el PP, que aglutina todo el voto conservador, necesita de mayoría absoluta para gobernar mientras que la oposición de todas las izquierdas, habidas y por haber, ha de pactar un gobierno de coalición si quiere tocar poder. Últimamente, y con Nuñez Feijóo en el PP, se da el caso de que el aspirante por cuarta vez a la presidencia de la Xunta oculte en los carteles las siglas de su partido sustituyéndolas por su imagen. Con gafas o sin gafas, de frente y de perfil. Sobre un fondo de azul suave o sobre un fondo de azul mas oscuro. Un rasgo de prepotencia y de culto a la personalidad al que no se hubiera atrevido Fraga. El que esto firma no es politólogo, ni experto en marketing electoral, y por tanto no se atreve a opinar si todo eso beneficia al candidato, un hombre cuyo mayor atractivo para su electorado parece residir en su habilidad para no definirse (una cualidad muy apreciada por los gallegos). Y menos todavía a especular con las razones de la falta de apoyo en Galicia a Vox, ese sector de la ultraderecha que había buscado refugio en el PP para integrarse en el sistema democrático tras la muerte del dictador.

Mientras tanto, sigo la campaña con las estupendas crónicas, entre otros, de Xosé Hermida, Silvia Pontevedra, Irene Bascoy, Cristina Huete, Manuel Jabois y Pedro de Llano, nieto del legendario "Bocelo" que fue director de "La Voz de Galicia", del "Ideal Gallego" y del "Progreso de Lugo". Aquel Pedro de Llano era un hombre de certeras intuiciones y en una situación como esta seguramente hubiera sabido hilar con mucho humor algunas estampas de la actualidad regional. En ese mismo estilo ("de casta le viene al galgo" suele decirse) su nieto cree que en "las últimas dos décadas es notorio en Galicia un fenómeno de reafirmación identitaria que no se plasma tanto en lo político como en el consumo y el ocio". Y cita los éxitos comerciales de una marca de cervezas, de dos empresas lácteas y de unos supermercados. Quizás desde esa perspectiva (la identidad comercial) hay que analizar los resultados electorales.