Desde hace mucho tiempo, innumerables científicos llevan intentando alertar del mundo y sus consecuencias que estamos dejando a nuestros hijos, cosa que casi nadie quiere ver. Unas consecuencias que estaban previstas para pocos años y el Covid las ha "traído" del futuro, así que ya están aquí para quedarse y es importante saber por qué ocurren.

Hay que partir de la base de que todo lo que conocemos se ha hecho en base a una energía abundante y barata y eso ya no existe. Esto no es evidente y exige dedicar tiempo a leer textos largos sobre temas de ecología y de energía y es importante que lo hagamos, porque sino mucha gente va a caer en cierta desesperación por no entender qué pasa y hasta darle "aire" a ideologías totalitarias, excluyentes y violentas y eso es lo peor que nos puede pasar. También porque desde los medios de comunicación no se está contando la verdadera dimensión, y en algunos casos, lo que están haciendo es incendiar a la gente más primitiva en sus instintos más brutales.

En líneas generales, al comprender qué pasa, adivinas el futuro y eres más consciente de qué debes hacer y qué no. No tiene ningún mérito saberlo porque cuando has sobrepasado los límites de los recursos, lo que viene es un decrecimiento. Es una regla simple de la Naturaleza, pero este Sistema basado en la destrucción de la naturaleza nos grabó en la mente que se podía crecer eternamente y que la ciencia nos vendría a salvar de nuestra fantasía con no sé qué tecnologías pero eso no se dará. Tenemos dos opciones: hacer un decrecimiento suave, humano, solidario y comunitario o que sea a sangre y fuego, este último derivado de determinadas posiciones políticas, aliadas del odio y la violencia.

Además toca colaborar con las generaciones más jóvenes, por que si algunos podemos estar bien, no es por nuestras capacidades, que también, sino porque les hemos robado su parte de recursos y los hemos inflado a deudas eternas a sus espaldas que nunca podrán pagar y eso es fácil deducir que va a contribuir a conflictos entre generaciones.

Ramón Rodríguez Sanz