Este año atípico que nos ha tocado vivir y en el que no se van a celebrar las Ferias y Fiestas de San Pedro por culpa de esta pandemia que nos asola. Tiempo de espinas en los que en estos días uno quiere contrarrestar con aquellas pequeñas cosas que nos dejo un tiempo de rosas como dice una canción de Serrat. Respecto a su feria taurina a uno le viene esos recuerdos que siempre están ahí. Hace ya unos cuantos años escribí este artículo por otros motivos y que ahora quiero repetir. Dice así: Recuerdo cuando de niño a finales de los años 60 y de la mano de mi padre iba a la plaza de toros a ver el apartado y enchiqueramiento de los toros de la corrida de San Pedro.

Y allí en los corrales entre todos los presentes, sobresalía para mí un hombre: Antonio Labajo. Encargado durante años de los apartado de los toros en las ferias de San Pedro. Hombre inquieto, temperamental le preocupaba que el apartado de los toros saliese perfectamente y su máxima preocupación era que los toros no cabecearan los portones de los corrales dando las instrucciones pertinentes a los operarios a sus órdenes y estando todo el rato moviéndose entre los pasillos de los corrales.

Y cuando el toro estaba situado en el corral que accedía a los chiqueros el portón se abría lentamente y cuando el toro entraba en el túnel de los chiqueros y en el silencio de los allí reunidos Antonio Labajo decía con voz potente y enérgica: ¡Puerta! Y el portón se cerraba con celeridad oyéndose el correspondiente portazo en todo el recinto. Ya de mayor siempre que voy a ver una corrida de toros a las Ventas en Madrid procuro ver el apartado de toros. A mí me impresiona ver el toro de Madrid tan cerca en los corrales de la plaza. Los apartados se hacen con mucha profesionalidad. Florito siempre anda ahí y hay un buen ambiente taurino.

Pero ahora bien si tengo que elegir entre estos apartados actuales de Madrid ó aquellos de Zamora de finales de los años 60. Yo no tengo ninguna duda. Yo elijo aquellos apartados del inolvidable señor Labajo. Por último esperar que los tiempos de rosas regresen pronto

Alfonso Pablos Florez