Vox hace algo más que alentar el malestar de las fuerzas de seguridad contra el Gobierno de coalición (PSOE-Unidas Podemos).

Lo vimos hace meses y ahora también -algunos partidos y sindicatos ya lo advirtieron-. Hay una creciente radicalización de algunas asociaciones policiales contra el Gobierno, a las que Vox hace de altavoz de sus reivindicaciones y las acaudilla. JUSAPOL es una de ellas, pero no es la única, también está TAMPM y algunos colectivos más. Y controla, no solo a las fuerzas policiales y a los guardias civiles sino a funcionarios de Prisiones y a otras agrupaciones del Ejército. Pero la sangre no llega al río y mal que le sienta esto a Vox.

La derecha y ultraderecha intentan generar crispación y que se instale en las calles en forma de odio y enfrentamientos. Agresiones, insultos y amenazas: Vox y PP avivan la confrontación social en las calles. Pero no; la sociedad española está hecha de mejor pasta que ellos.

PP y Vox han elaborado una feroz estrategia opositora en tribunales, calles, denuncias policiales, Parlamento, autonomías de sus gobiernos y presiones del empresariado afín al Ibex 35. Solo tienen un objetivo: derribar al Gobierno como sea. Y el PP para eso se une a los ultras de Vox, abandonado sus ideas democráticas y de partido de Gobierno.

El portavoz pepero García Egea -alias Teo el campeonísimo mundial del lanzamiento de pipos-, parece un obseso recalcitrante con ese tema. Y se enreda en insultos, soflamas, y en reclamar dimisiones a troche y moche. Unos días pide que se vayan el ministro de Sanidad Illa y Fernando Simón. Al día siguiente se levanta con la idea fija de exigir ipso facto las dimisiones de Sanchez e Iglesias. Tampoco la marquesa Cayetana del PP se queda atrás en exabruptos contra el Gobierno.

Sobre si hay ruido de sables y fusiles en la Guardia civil nadie ha dicho eso. Por lo que acusan a diputados de Vox y a algunos políticos del PP es que estén alentando a ello. Pero parece ser, según afirma la ministra del ramo, Margarita Robles, que dentro de las fuerzas del Estado no hay riesgo de insubordinación o de un golpe de Estado. La propia Guardia Civil no cree en las peroratas de Vox y les deja solitos en esos menesteres rastreros, cuarteleros y golpistas.

Y el rey de ello tampoco ha hablado ni se le ocurre mencionarlo. Si dado el caso Felpe VI no impidiera un intento de asonada, o algo menos cruento, por parte de las fuerzas policiales, Guardia Civil y Ejército, este monarca estaría ya finiquitado. No volvería jamás a ganarse la confianza de los españoles. Y que no intente enredar, como su padre el Borbón emérito, que si sí, que si no, que yo aborto esto, que si tal y cual, que paro el golpe y luego legitimo y refuerzo de nuevo la monarquía?

Quién está detrás de las manifestaciones callejeras, la revolución de las mascarillas, en contra del Gobierno de coalición. O quiénes son los impulsores de las caceroladas, o de los paseos con banderitas y porras. Según vemos, hay algunos medios de comunicación conservadores que permiten la creación de atmósferas proclives al levantamiento demostrando un falso patriotismo, más bien patrioterismo.

Las pesquisas llevan a círculos cercanos a Vox y a grupos sociales afines a FAES y al PP, Hazte Oír, Hogar Nacional Social, etc.) Y lo hacen sin tapujos ni disimulos. PP y Vox- aumentando la inestabilidad institucional- van a degüello del Gobierno coalición. Ya van avanzando esa idea de tito Abascal que cabalgue por la calle de San Jerónimo y entre a caballo o en burro (cual el general Pavía o Tejero ), portando en la mano la bandera patriótica imperial propia de la dictadura franquista. En el imaginario colectivo ha quedado que entró en el Congreso a lomos de su caballo, el caballo de Pavía. No lo hizo así. Pero golpe de estado sí hubo con militares, cañones y toda esa parafernalia cuartelera. Y eso acabó con la I República española y la vuelta de los borbones.

Las convocatorias de Vox son intencionadamente confusas. Por cierto, nunca hemos visto a los cayetanos o pelayos y borjamaris en las manifestaciones de las mareas blancas contra los recortes en Sanidad y defensa de la Salud Pública ni en ninguna de interés social, educación, pensionistas, dependencia...

Las soflamas de Ayuso llamando a la rebelión de la autonomía madrileña contra Sánchez son más bien "payusadas". Y también lo son, payasadas, las que proclama Vox apoderándose de las banderas, de los himnos, envalentonados, soberbios, provocadores. Reclaman continuamente un gobierno de concentración, al estilo del 23-F, añorándolo, de Tejero, Milans del Bosch, Armada y cía.

Bufonadas?