Recuerdo, que en los primeros días del mes de enero del año 2017, y, con motivo de la celebración de la Navidad, escribía un artículo en La Opinión - El Correo de Zamora, en la sección la columna del lector, titulado" Tenemos demasiado de todo", artículo que antes de comenzar a escribir estas líneas he procurado leer con atención.

Escuchando las noticias sobre los datos del paro en España, según la EPA (Encuesta de Población Activa) referente al mes de marzo de 2020, comentaban que la EPA del INE ( Instituto Nacional de Estadística ), registra en el mes de marzo de 2020 el peor dato desde el año 2013, sin contar los ERTES por el COVID 19 y la tasa de paro sube hasta el 14,4%, en resumen, del orden de 562.900 personas se han visto afectadas la segunda quincena del pasado mes de marzo, por los paros parciales o ERTES motivados por la COVID 19, en resumen, en España tenemos del orden de 3.500.000 desempleados. Por lo que atañe a nuestra Comunidad Autónoma el número de desempleados es del orden de 132.000 personas, el tema es sumamente preocupante, pues, la destrucción de empleo es alarmante, al superar a nivel nacional los tres millones de personas paradas.

La situación es delicada y pese a que no todo el territorio nacional sufrirá por igual las consecuencias de la COVID 19; siendo de destacar que según los expertos las regiones allí donde la industria tiene mayor peso económico soportarán mejor la contracción, al poder iniciar antes su tejido productivo por la capacidad de almacenaje de material.

El panorama es desolador, la realidad no puede ser ocultada, con un 33,6% de la población activa sin trabajar, si a ello unimos 8,9 millones de pensionistas sobre una población de 47 millones de habitantes, excluidos los menores de 16 años de edad, llegamos a la conclusión de que cuando finalice el estado de alarma, cada español con trabajo tendrá a sus espaladas dos inactivos.

La dependencia de los presupuestos del Estado y de la Seguridad Social es enorme.

Mi pregunta es ¿habrá fondos suficientes para hacer frente a esta situación? Tiempo al tiempo.

Hace unos días, se publicaba en La Opinión El Correo de Zamora, un artículo escrito por Toño García, titulado "La importancia del ahorro cuando vienen mal dadas", artículo que he leído varias veces, porque me recordaba mi infancia en el mundo rural y en una familia de labradores, donde te educaban en el ahorro y en ser precavido y procurar tener ahorros para las emergencias.

Esta situación que estamos viviendo y padeciendo debe hacernos reflexionar que la cultura del vivir al día y disfrutar al máximo del momento presente no es posible, hay que tratar de vivir con método. La cultura del vivir al día es propia de una sociedad consumista de épocas sumamente recientes, donde aparentemente todo iba bien.

El tópico carpe diem, aprovecha cada día no te fíes del mañana, no sirve. La solidaridad del pueblo español es extraordinaria. Recientemente escuchaba una entrevista que hacían al padre Javier Repullés Benito, S.J. que fue capellán del convento Cachito de Cielo, en Madrid, y créanme que, verdaderamente me conmovió su entrega a los más pobres a través de la fundación Pan y Peces. En la entrevista realizada hace unos años, con motivo de la crisis del año 2008, señalaba las auténticas necesidades de muchas familias de clase media, ocasionada por la crisis económica, crisis que desgraciadamente se repiten en el tiempo, por ello cuando ahora se nos dice que la presente será temporal, hemos de ser muy prudentes y cautelosos y no levantar la guardia.

Pedro Bécares de Lera