Cuando decidí enviar para la publicación mi columna titulada "No, mis queridos generales, así no", esperaba recibir críticas de diversos sectores. Os lo juro, últimamente he visto cómo mis amigos íntimos han empezado a mirarme de forma diferente. A veces procuran no mirarme directamente a los ojos y a veces veo que sus miradas son acusadoras y me pregunto de qué soy culpable.

A pesar de lo que yo esperaba varias llamadas o mensajes solamente recibí una llamada telefónica y una comunicación por WhatsApp de dos personas, ambas amigas, con la primera tuve que emplear un buen rato para persuadirla de que me dolía profundamente tener que escribir en contra de la actitud de compañeros y superiores jerárquicos. A la otra le mandé el famoso poema épico de don Pedro Calderón de la Barca, "El soldado español de los Tercios", que junto con el artículo primero de la antigua Cartilla de la Guardia Civil, "El honor es la principal divisa del Guardia Civil?" cuelgan el segundo a la entrada de todos los cuartelillos y el poema en muchos pasillos de los despachos de la Institución.

"Este ejército que ves / vago al yelo y al calor, / la república mejor / y más política es / del mundo, en que nadie espere / que ser preferido pueda / por la nobleza que hereda, / sino por la que él adquiere; / porque aquí a la sangre excede / el lugar que uno se hace, / y, sin mirar cómo nace, / se mira cómo procede. / Aquí la necesidad / no es infamia; y, si es honrado, / pobre y desnudo un soldado, / tiene mejor cualidad / que el más galán y lucido; / porque aquí, a lo que sospecho, / no adorna el vestido el pecho, / que el pecho adorna al vestido. / Y así, de modestia llenos, / a los más viejos verás / tratando de ser lo más / y de parecer lo menos. / Aquí, la más principal / hazaña es obedecer; / y el modo cómo ha de ser / es ni pedir, ni rehusar. / Aquí, en fin, la cortesía, / el buen trato, la verdad, / la firmeza, la lealtad, / el honor, la bizarría, / el crédito, la opinión, / la constancia, la paciencia, / la humildad y la obediencia, / fama, honor y vida son: / caudal de pobres soldados; / que, en buena o mala fortuna, / la milicia no es más que una / religión de hombres honrados".

A la que me mandó el WhatsApp yo no le hubiese reprochado con tanta desenvoltura una opinión suya, ya nos hemos disculpado.

Lo que voy a revelar creo que tiene sentido por eso de las lealtades a la Guardia Civil, que se pone en duda, y al Partido Socialista, al que estoy afiliado. A principio del presente año los grupos instrumentistas y coro polifónico, del que formo parte, de la Escuela Santa Cecilia de Salamanca, Ciudad de Cultura y Saberes (Ayuntamiento de Salamanca) agasajamos a los salmantinos con un concierto musical en el teatro Liceo de la ciudad. Como se imaginan ustedes nos vestimos con las mejores galas para la ocasión, yo guardo con todo el cariño las condecoraciones conseguidas durante mi estancia en la Guardia Civil, a una de mi etapa de oficial de la Institución, le tengo un afecto superior a las demás. Para poderla poner en el concierto le pedí permiso al Director del mismo, que me fue concedido. Nunca me he sentido tan orgulloso luciendo en la solapa de la chaqueta una condecoración concedida por el Ministro de Interior Español que simboliza lealtad a la Guardia Civil y en un concierto público en la hermosa ciudad de Salamanca.

¿Para qué sirven las opiniones? Para contrastarlas y defenderlas con argumentos intelectuales que enriquecen el debate. Lo que ocurre es que el debate surgido en el Ministerio del Interior Español con el cese del Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid tiene mucho de superficial y nada que se aproxime a la realidad por lo siguiente:

La Guardia Civil como componente de los Cuerpos de Seguridad del Estado en sus relaciones con los jueces y fiscales se rige por la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El Capítulo V de la misma dice: "De la organización de Unidades de Policía Judicial". Artículo 30. 1.- El Ministerio del Interior organizará con funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que cuenten con la adecuada formación especializada, Unidades de Policía Judicial?..

2.- Las referidas Unidades orgánicas de Policía Judicial podrán adscribirse, en todo o en parte?. a determinados Juzgados y Tribunales. De igual manera podrán adscribirse al Ministerio Fiscal,?"

Artº. 31. 2.- Los Jueces o Presidentes de los respectivos órganos del orden jurisdiccional penal, así como los Fiscales Jefes podrán solicitar la intervención en una investigación de funcionarios o medios adscritos a Unidades orgánicas de Policía Judicial por conducto del Presidente del Tribunal Supremo o de los Tribunales Superiores de Justicia o del Fiscal general del Estado, respectivamente.

No dudo que la Autoridad Judicial que ha requerido la intervención de la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Madrid ha cumplido exactamente lo que se exige en esta Ley Orgánica. Esto ningún medio de comunicación nos lo ha aclarado.

Artª. 34. 1.- Los funcionarios de las Unidades de Policía Judicial no podrán ser removidos o apartados de la investigación concreta que se les hubiese encomendado, hasta que finalice la misma o la fase del procedimiento judicial que la originara?".

Lo que en este caso sucede es que el Coronel, Pérez de los Cobos, no podía ser el Jefe de la Policía Judicial de la Comandancia de su mando porque la Ley Orgánica que lo regula no lo permite, tampoco puede tener conocimiento de las investigaciones que se están realizando por el equipo designado. Pero si en este caso alguien rompió el secreto y le reveló lo investigado, su deber es dar cuenta inmediatamente al superior Jerárquico para que tome las medidas pertinentes. Eso es una falta de lealtad Institucional y las solidaridades corporativas, si es que existen hay que corregirlas igualmente. La Guardia Civil es una Institución que goza de gran prestigio nacional e internacional vamos a "arrimar el hombro". No a los egos personales.