Primer día de clase cualquier año en el Centro de Educación de Personas Adultas, Nivel I de alfabetización. Cerca de veinte personas -casi todas mujeres- que a lo largo del curso se van reduciendo. "Vamos a irnos conociendo poco a poco, pero hoy como primer día hacemos una presentación con algunas preguntas que elaboramos entre todas; procurad que no afecten a la intimidad de cada persona -por supuesto nadie está obligado a contestar- y que sirvan para hacernos una idea de con quién vamos a compartir este curso".

¿Cómo te llamas y cómo te gusta que te llamen? ¿Cuántos años tienes? Bueno eso no es obligatorio (risas). ¿Dónde has vivido? ¿Qué aficiones tienes? ¿Qué son aficiones, Laura? ¡Ah! lo que te gusta hacer; pues también te digo lo que no me gusta ¿Qué esperas de este curso? Pues aprender, y leer y las cuentas, y lo que diga usted. ¿Y por qué vienes a clase en este Centro? ¡Por la paga! -dice la más atrevida- Y todas las demás se unen: ¡claro!, ¡yo también vengo por la paga! Porque si no, yo tengo que hacer la casa y llevar a los niños a la escuela, y a lo mejor llego tarde algún día, Laura, ya te lo digo. Pero te traigo el justificante para las "asistentas" del ayuntamiento.

Y ahora tú, Laura, te toca a ti: "Lauri me llamaban de pequeña y siguen llamándome; me gusta leer y quiero que os guste también a vosotros; me importa mi familia y mis amigos; me gusta mi trabajo desde siempre porque enseño como decís vosotras pero aprendo de todos mis alumnos ¿Y por qué vengo a clase en este Centro?... ¡Por la paga! (Carcajada general, ya roto el hielo)

¡Pues claro que sí! Por la "paga", que con distintos nombres o modalidades es un derecho social recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 para conseguir: "Un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad."

Esa "paga" puede ser fruto del trabajo y se llama salario o sueldo si se cumple el derecho del Artículo 24 de la Declaración: "Toda persona tiene derecho al trabajo". Y además del sueldo, las "pagas" más comunes son: la "baja" en caso de enfermedad, "el paro" en caso de desempleo, y la pensión.

Pero aquí no acaban las "pagas", porque entre las pensiones las hay contributivas, o no contributivas. A su vez, la pensión de jubilación puede ser ordinaria, anticipada, parcial o flexible. La de incapacidad puede ser permanente parcial, permanente total, permanente absoluta y gran invalidez. También hay pensiones por orfandad, violencia de género y víctima de terrorismo.

En caso de paro, además de la "paga" por prestación existe la ayuda familiar, los subsidios por insuficiencia de cotización, para emigrantes retornados, por mejoría de invalidez, por liberados de prisión, el subsidio agrario y la renta agraria.

Para atender a la "pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad", "las pagas" han tenido distintos requisitos, y en cada Comunidad Autónoma se llaman de distinta manera permutando los mismos términos: renta mínima de inserción social, ingreso de inserción, salario social básico, renta social básica, ingreso mínimo de solidaridad, renta de inclusión, renta básica, renta mínima de inserción, renta de inserción social, ingreso de integración, renta garantizada, renta garantizada de ingresos, renta de ciudadanía, renta garantizada de ciudadanía -esta última en Castilla y León. Son todas distintas porque algunas llevan el apellido de la Comunidad: renta valenciana, ingreso aragonés?

He citado todas las existentes porque no entiendo cómo es posible el escándalo que ha montado la derecha política y mediática por la última Renta Mínima Vital del actual gobierno de España, después de ver la variedad de "pagas" autonómicas que han pasado desapercibidas. Lo que demuestra que el único objetivo de la pandemia del escándalo es el desgaste del Gobierno.

Unos porque "la paguita" venezolana, es para los vagos que quieren vivir del cuento y fomenta las clientelas del voto al gobierno. Otros porque les quita la clientela que ya tienen montada en su Comunidad. Los de más allá porque es tirar el dinero entre los que no quieren trabajar o se lo gastan en vicios. Algunos porque fomenta la pereza. Hay quien critica porque impide que se acepten sus trabajos precarios y salarios de mierda.

Porque volviendo al principio de Curso, y como siempre aprendo de mis alumnos, resulta que todo el mundo trabaja por la paga. Y además se cree con derecho a ella porque trabaja, porque ha cotizado, porque cotizó mi marido, porque estoy enfermo, o discapacitado, o parado? O porque soy empresario y arriesgo mi dinero y no tengo sueldo sino "beneficios", ni paga sino "subvenciones" o "exenciones", que son palabras más dignas y se manejan en gestorías.

¡Acabáramos! La llaman "paguita" para ridiculizar a los más pobres: los que no trabajan, los que no cotizan, los que no tienen una enfermedad que justifique su falta de trabajo, pero no tienen trabajo porque no se cumple la Constitución ni la Declaración de los Derechos Humanos. La llaman "paguita" para que parezca la limosna que se da como personas magnánimas a un pordiosero sin derechos. Caridad frente a justicia social.

La llaman "paguita" para que no sea una renta -que es cosa de ricos el vivir de las rentas- que se tiene por ser un ser humano con derechos desde su nacimiento a una vida digna y porque no hay trabajo para todos. Por eso la llaman "paguita" despectivamente. Pero que sepan que las palabras cambian y "paguita" puede acabar siendo el derecho universal a vivir en paz. Ladran, luego cabalgamos. Pues eso: ¡salud y paguita universal!"