La situación actual se caracteriza por la concurrencia de dos discursos reaccionarios que han confiscado, cada uno por su cuenta, una parte de la herencia progresista y revolucionaria.

Por un lado, existe un discurso "progresista" que presenta la liquidación de las conquistas sociales, estigmatizando las luchas democráticas que se oponen a ello como luchas "populistas", para así poder mantener antiguos privilegios e ideologías liquidadas.

Por otro lado, la denuncia de la ley de los mercados se ha visto confiscada y ha acabado sirviendo a la denuncia de la democracia, y la glorificación de la ciencia se ha transformado en glorificación de la autoridad que transmite el saber, reivindicando el retorno a los valores de la autoridad, al respeto de las élites, etc.

Gerardo Seisdedos